Un nuevo doctorado para Jaume Plensa

Actualmente, en el mundo del arte, uno de los nombres que resuenan más es el del afamado artista Jaume Plensa. Tras una larga trayectoria llena de éxitos en diversos ámbitos artísticos, Plensa se ha convertido en el ejemplo de artista multidisciplinar, habiendo dejado su huella personal en muchas de las disciplinas artísticas existentes. Desde sus enormes producciones escultóricas hasta sus pinturas simbólicas, pasando incluso por la ardua tarea de montar la escenografía de una ópera en el Gran Teatre del Liceu, podemos observar que Jaume Plensa se ha atrevido con todo tipo de aventuras artísticas que lo han convertido en el artista internacional que todas y todos conocemos.

Su narrativa artística

Su trabajo logró impactar al otro lado del charco gracias a su videoescultura interactiva «Crown Fountain», situada en el Millenium Park de Chicago. Esta producción consiguió catapultar su fama internacional, siendo un ejemplo claro la gran cantidad de obras de Plensa que albergan instituciones y países de todo el mundo como «Endless» en el Museo de Arte Raclin Murphy (EUA), «Wonderland» en Calgary (Canadá) o «Nomade» en Antibes (Francia). Sus esculturas e instalaciones de arte público, por lo que es mayormente conocido, invitan siempre a la contemplación silenciosa, a conectar con la espiritualidad, con el cuerpo y con la memoria colectiva. Sus piezas incitan, pues, a la reflexión profunda y a establecer un diálogo necesario entre el individuo y su espíritu crítico, con tal de visibilizar problemáticas sociales tales como la vulneración de derechos humanos, la opresión, las desigualdades o las injusticias.

Para transmitir toda esta narrativa basada en la concienciación, un punto en común que conecta a todos sus proyectos, es la monumentalidad que envuelve al conjunto de sus obras. No tan solo cuando se habla de las dimensiones de estas, sino más bien cuando se trata de comprender el porqué de esa grandiosidad que nos hace sentirnos parte de la lucha social. Sus rostros de ojos cerrados, sus esculturas de cuerpos pensativos o sus instalaciones compuestas con letras de varios alfabetos, son la prueba de una humanidad que debe activar los cinco sentidos, meditar sobre el contexto que la envuelve y disolver fronteras para unirse en un mismo lenguaje: el de la concordia y la paz.

Premios y reconocimientos

Por todo ello, no es extraño pensar que Jaume Plensa ha sido galardonado en diversas ocasiones, tanto por su labor artística como social. Aquí en España ha sido premiado nada más y nada menos que con el Premi Nacional d’Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya (1997), el Premio Nacional de Artes Plásticas de España (2012) o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura (2021), junto con otras personalidades del mundo del arte como el actor Javier Bardem o el grupo musical Amaral. Sin embargo, en este blog queremos celebrar y felicitar a Jaume Plensa por conseguir su cuarto título honoris causa, esta vez por la University of Notre-Dame (Indiana, EUA). Otros doctorados que Plensa lleva a sus espaldas son los concedidos por la School of the Art Institute de Chicago (2005), la Universitat Autònoma de Barcelona (2018) y la Universidad Internacional Méndez Pelayo (2022).

Desde Galeria SENDA queremos darle un caluroso aplauso a este artista catalán que ha logrado romper fronteras y exponer un arte pensado para ser mostrado al mundo. Para que sus obras sigan impactando en la vida de muchas personas y en los escenarios urbanos de todos los países del mundo. Para que se sigan premiando las narrativas de sus proyectos y la impronta que estas tienen en nuestra sociedad.

«Poesía del silencio», una exposición de Jaume Plensa en la Fundación Bancaja de Valencia

Integrada por cerca de un centenar de obras, la exposición recorre la producción de Jaume Plensa desde 1990 hasta la actualidad y tiene como hilo conductor la influencia de la literatura y las letras en su producción artística.

La Fundación Bancaja ha presentado esta mañana la exposición “Jaume Plensa. Poesía del silencio”, una de las mayores retrospectivas realizada hasta la fecha de uno de los escultores de mayor reconocimiento en el arte contemporáneo internacional. La muestra revisa la producción artística de Jaume Plensa durante cuatro décadas con la original influencia de la literatura y las letras en su obra como hilo conductor, siendo la primera retrospectiva que se desarrolla desde el prisma de este universo creativo que ha sido una constante a lo largo de toda su trayectoria. La presentación ha contado con la participación de Jaume Plensa; el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón; y el comisario de la exposición, Javier Molins.

Imagen de una exposición de cuadros de Jaume Plensa
Installation shot, Poesía del silencio
Imagen de una escultura de Jaume Plensa
Installation shot, Poesía del silencio

La exposición está integrada por cerca de un centenar de piezas datadas entre 1990 y la actualidad, descansando en su obra escultórica pero con presencia también de obra sobre papel. El recorrido expositivo revela al público algunas esculturas inéditas creadas por Plensa durante el confinamiento por la COVID-19, que se presentan por primera vez. Entre las piezas presentadas se incluye la icónica escultura “Together” (2014), que se expuso en 2015 en la Abadía de San Giorgio Maggiore durante la Bienal de Venecia y que no se ha vuelto a exponer desde entonces.

Imagen de unos periodistas entrevistando a un hombre delante de una escultura de Jaume Plensa

El artista Jaume Plensa para TV3

La literatura siempre ha sido una fuente de inspiración para Jaume Plensa. T.S. Eliot, William Shakespeare, Dante, Goethe o Vicent Andrés Estellés son algunos de los escritores que le han acompañado a lo largo de su vida y que le han servido de inspiración para infinidad de obras. Esa influencia literaria se extiende también a la propia letra como elemento con el que compone sus esculturas.

La exposición muestra cómo Plensa ha utilizado las letras de muy diversas formas, bien fuera en cortinas, en gongs o en el cuerpo humano, quizás sus obras más conocidas. Esa intersección del lenguaje con el cuerpo humano es una de las bases del trabajo de Plensa. Tal y como explica el artista, “una letra no parece nada, es algo humilde, pero unida a otras forman palabras, y las palabras forman textos y los textos, pensamiento”.

Imagen de una exposición de Jaume Plensa
Imagen de una exposición de Jaume Plensa

El escultor empezó con el alfabeto latino para ir incorporando otros alfabetos como por ejemplo el hebreo, el árabe, el chino, el japonés, el griego, el cirílico, el coreano, el hindi, etc. Para Plensa cada letra tiene una belleza única, pero todas juntas son una muestra de la diversidad del mundo y de la convivencia entre distintas culturas.

Imagen de tres hombres y una mujer en el interior de una escultura de Jaume Plensa
De izquierda a derecha: Javier Molins, Carlos Durán, Jaume Plensa y Laura Medina.

La retrospectiva incluye tanto obra de gran y mediano formato como la obra más íntima realizada por Plensa en pequeño formato. Junto con la presencia de la literatura como fuente de inspiración, en la exposición están presentes otras constantes temáticas en su trayectoria como el silencio, el sueño y el deseo, la música y la familia.

La exposición “Jaume Plensa. Poesía del silencio” puede visitarse en la sede de la Fundación Bancaja en València (Plaza Tetuán, 23) del 25 de noviembre de 2022 al 19 de marzo de 2023.

Toda la información aquí:

https://www.fundacionbancaja.es/exposicion/jaume-plensa-poesia-del-silencio/

Plensa y los rostros de Ucrania

El artista homenajea a las víctimas de la guerra en su nueva exposición en la localidad francesa de Céret

“Cada vez que un ser humano muere,/la casa se cierra y se pierde un lugar./Mi obra es su memoria; la fijación congelada/de tantos y tantos cuerpos que están desarrollándose/ y desapareciendo en la fugacidad de la vida./ Mi obra es su volumen”. Jaume Plensa escribió este poema en el año 2000 y sus versos, de los que ha extraído el título de su nueva exposición, “Cada rostro es un lugar”, resuenan con un eco doloroso en cada una de las esculturas y dibujos reunidos en el Museo de Arte Moderno de Céret (Francia).

En Ucrania hay mucha gente que está muriendo, muchas casas destruidas, muchos lugares a los que ya no se podrá volver… ¿Cómo puede ayudar el arte en situaciones tan trágicas como esta? Creo que estos rostros son un homenaje a todos los rostros que estamos viendo en la prensa, esas fotografías dramáticas de mujeres y niños que se van al exilio, y de hombres que han decidido quedarse a defender su patria, su país y su pequeño lugar, su casa, su trabajo. Nos parecemos tanto que me parece escandaloso que nos llamemos de maneras diferentes o que utilicemos distintas banderas: los seres humanos somos prácticamente idénticos”.

Imagen de una mujer en una exposición de Jaume Plensa

Una visitante pasea entre las esculturas ‘Julia‘ y ‘Lou‘ | Agencia EFE

“Cada rostro es un lugar” (hasta el 6 de junio) es la segunda exposición de Jaume Plensa en Céret después de su exitosa presentación en 2015. Esta vez ha vuelto para inaugurar la nueva etapa del Museo de la Catalunya Nord, que reabre puertas después de más de dos años de obras con su colección ampliada y un nuevo pabellón de 1.300 metros diseñado por el prestigioso arquitecto Pierre-Louis Faloci. Allí, en esa nueva ala “que se cuela como si fuera un pequeño río entre las casas de Céret”, Plensa ha puesto a conversar una docena de esculturas y veinte dibujos cuyo protagonista absoluto es el retrato. “El rostro – recuerda – es la parte de nuestro cuerpo que no podemos ver, el gran regalo que hacemos a los demás; la fotografía del alma, la puerta que abrimos a los otros”.

“Los seres humanos nos parecemos tanto que es un escándalo que utilicemos banderas diferentes”

Plensa ha querido abrir su recorrido con otra de sus obsesiones, el silencio, al que invita a través de Carlota, la misma niña que desde sus 24 metros de altura inspira al sosiego en una antigua dársena de Newport (Nueva Jersey), justo en frente de Manhattan. La que ahora recibe al visitante es mucho más pequeña y está construida con mármol de Macael, pero la actitud es la misma, el dedo índice sobre los labios. “Invito al silencio, no para no hablar, sino para todo lo contrario. Para poder escuchar y entender mejor nuestros pensamientos, la vibración de nuestro cuerpo y de nuestras ideas”. También tiene los ojos cerrados. “Me gusta pensar que el espectador puede utilizar la escultura como un espejo, que él mismo cierre los ojos e intente mirar este paisaje interior maravilloso que mantenemos oculto por razones de educación o de cultura, porque siempre creemos que hay otras cosas más importantes de las que hablar que de uno mismo, y a mí me parece que así nos perdemos una información valiosa de tanta y tanta gente”.

Imagen de una mujer en una exposición de Jaume Plensa

Imagen de la exposición ‘Cada rostro es un lugar‘ por David Borrat | Agencia EFE

El fantasma de la guerra se vuelve a cruzar en el camino. “Es una guerra estúpida”, lamenta Plensa. “Tengo muchos amigos en Ucrania y también en Rusia, he expuesto en Kiev y he expuesto en Moscú, y lo que está pasando es un malentendido absoluto. Espero que se acabe pronto y volvamos a una civilidad, como decía Vicent Andrés Estellés”. El artista se acuerda también de Oscar Wilde, que decía que “cuando empiezas a vivir tienes muchas ganas de escribir porque lo que buscas es entender la vida, y cuanto más has vivido escribes menos porque te das cuenta de que la vida es para ser vivida, no para ser escrita”. Eso mismo le pasa a él. Pero, sobre todo, le viene a la cabeza una carta que el poeta escribió desde la cárcel de Reading, donde describía los problemas más graves a los que se enfrentaban en prisión: la enfermedad, el hambre y el insomnio. “Es lo que debe estar pasando en Ucrania”, imagina.

Imagen de Jaume Plensa rodeado de dos de sus esculturas

El artista barcelonés Jaume Plensa durante la presentación a la prensa por David Borrat | Agencia EFE

El artista se adentra en el rostro de los otros a partir de un primer autorretrato, él mismo sentado dentro de una gran esfera hecha con letras de diferentes alfabetos que le protege y al mismo tiempo le une al mundo. “La escultura es como un lenguaje metido en una botella”, reflexiona. Y el mensaje es importantísimo, pero la botella es clave. “Y aquí lo que hay son muchas botellas con un mensaje muy parecido”. Un arte que declina la misma idea en diferentes contenedores. Rostros en acero inoxidable fundido, en bronce sobre madera que fue capturada cuando aún estaba vivo, sobre troncos quemados que les dan un aire casi sagrado o alcanzando casi la invisibilidad en mallas transparentes, como la que presentó en el Palacio de Cristal de Madrid. “Materia e invisibilidad parecen términos contradictorios, pero hay un momento clave en Macbeth que creo que es una gran definición de escultura. Macbeth acaba de matar al rey y se da cuenta de que no ha matado a un ser, a un hombre, sino que ha matado la posibilidad de dormir. Y esa idea tan extraordinaria de que a través de la materia puedes hablar de lo invisible, de lo intocable, de lo que no podemos entender, es mi escultura”.

“El rostro es la parte de nuestro cuerpo que no podemos ver, el gran regalo que hacemos a los demás”

Luego llegarán los espectadores, que irán completando la exposición con sus propios rostros y se sumarán a los que se asoman desde las paredes en forma de dibujo. Algunos, los más recientes, realizados sobre las sábanas que salvaguardaban las esculturas del polvo en el estudio y que mediante la técnica del frotage, con pastel y carboncillo, absorben sus huellas como si fuera un sudario. No será la única exposición en la que este año pondrá en relación esculturas y dibujos. En mayo expondrá en la Galería Lelong de París y, en junio, en el Parque de Esculturas de Yorkshire (Inglaterra) y en el Museo Picasso de Antibes (Francia).

Fuente: La Vanguardia. Sábado, 5 de marzo 2022
https://www.lavanguardia.com/cultura/20220305/8101511/plensa-rostros-ucrania.html