Carlos Durán: “Hasta que no pongamos la cultura como una prioridad, esta sociedad irá a menos»

Entrevista por LAURA ROSEL en el DIARI ARA

07/06/2020

Carlos Durán dice lockdown, pero en realidad debería decir карантин. Tanto es. En inglés como en ruso, el confinamiento ha sido para la Galería Senda, que Durán fundó en 1991, un trampolín inesperado en el mercado internacional. Durante una semana -ayer era el último día- el Museo Estatal de Bellas Artes Pushkin de Moscú ha tenido esta galería barcelonesa como aliada en un proyecto de videoarte en línea, Tedium, con una veintena de artistas, de los cuales 9 son catalanes. Durán todavía no se lo cree. «¿Cómo debe estar una galería microscópica de Barcelona como nuestra trabajando codo a codo con el Pushkin? Es brutal! » El entusiasmo es palpable incluso a través de la pantalla que nos separa, mientras recuerda emocionado el mes largo de mucho trabajo con los rusos. «Ha sido un privilegio», concluye. El proyecto con el Pushkin es, también, en cierto modo el fruto del «cambio existencial» que la galería emprendió hace cinco años y que ahora, para su director, se ha confirmado como la ruta acertada. Un cambio que pasaba por replantear su filosofía, buscando fórmulas para interactuar con el público local, «forzar respuestas más allá de las ventas» y, en definitiva, generar «un enriquecimiento algo más grande que el momentáneo de la exhibición» . De hecho, los responsables del Pushkin descubrieron la Senda gracias a una iniciativa que el equipo de la galería impulsó a Instagram ya el primer día de confinamiento: Wellcome home, una ventana donde artistas de todo el mundo han explicado y compartido sus confinamientos , con la voluntad única «de demostrar que todos somos una comunidad, sin ninguna intención de vender un cuadro». Una experiencia que también ha permitido a Carlos Durán generar relaciones nuevas y «más humanas» con artistas, críticos y clientes. «Me siento muy satisfecho», asegura.

El equipo de la Galería Senda vio venir el confinamiento casi como una intuición, y los cogió «menos desprevenidos» de lo que habrían pensado. Los últimos días la actividad en el local de la calle Trafalgar fue frenética: «Corríamos para cerrar temas pendientes de Arco, nos asustaban las cancelaciones de compras o que se enfriaran los clientes, como finalmente ha pasado». Mientras gestionaban los últimos flecos antes de pasar la llave, ya barrena qué harían hasta que llegara el momento de volver a abrir. Pero a pesar de prever el bache, no sospecharon la magnitud. La galería no había pasado «nunca jamás» tantos días cerrada. Una situación que, sin embargo, y viendo los resultados, Durán no duda en calificar de «curiosa, entretenida y menos dura» de lo que se pensaba.

Incursiones rusas aparte, para el director de la Galería Senda el confinamiento ha sido la constatación desesperada del mal pronóstico para el sector. La cultura es en la UCI – «esto es incuestionable» – y Durán se indigna por la actitud de la sociedad, que ve «relajada», aceptando la crisis cultural sin rebelarse. «Hay que parar esto, tenemos que empezar a decir basta». Apela a la responsabilidad colectiva: «Todo el mundo, desde la parcela que le toque, debería preguntarse por qué está pasando». Y reivindica el pasado cultural de Barcelona, ​​excepcionalmente activo en la época en que nacieron el Palau de la Música, el Liceo y la Sagrada Familia. «Somos herederos de una cultura sofisticada y imbricada, de una sociedad que creaba instituciones culturales y aclamaba las escuelas de pintores como si fueran equipos de fútbol». Tal es la mala conexión de la videollamada, pero por un momento se le ha oscurecido la expresión: «Mientras no ponemos la cultura como una prioridad, esta sociedad irá cada vez a menos». Y añade: «El que no lo quiera ver es porque tiene una intención al esconderlo». Precisamente ahora, ante una crisis de tal envergadura, es de la mano de la cultura que tendremos que encontrar «alivio» o incluso «propuestas para superarla».