Zosen y Mina Hamada presentan ¨Una Mina de Color¨, un proyecto participativo a gran escala en el barrio de La Mina, Barcelona

«Desde hace tiempo nos rondaba la idea de pintar un gran mural en el barrio de La Mina, para darle color a las calles y visibilidad a la comunidad».

Zosen creció en Sant Adrià del Besós y allí empezó a hacer sus primeros grafitis y murales. Al cabo de los años logró viajar por el mundo y dejar su huella por diferentes ciudades de América del Norte y del Sur, Europa y Asia. Muchos de esos murales en colaboración con la artista japonesa Mina Hamada, la cual al llegar a Barcelona en el año 2009 le llamó la atención que hubiera un barrio con su nombre y desde ahí empezó a fraguarse esa idea.

En el verano de 2018 Zosen y Mina empezaron a hacer talleres con algunas entidades que trabajan con jóvenes del barrio para poder acercarles su arte mural y la propuesta de crear un mural participativo con las ideas de todos. El primer taller se realizó en l’Associació Casal Infantil de La Mina, dónde los niños y niñas pintaron sus ideas y sueños de cómo imaginaban La Mina del futuro. En otoño se continuaron los talleres con las entidades Salesians Sant Jordi (Grupo Unión) y el Casal dels Infants. En los talleres participaron jóvenes de diferentes nacionalidades y culturas, los cuales son vecinos de La Mina y el Besòs y demuestra la variedad multicultural del barrio. Los artistas Zosen y Mina recogieron las ideas que dibujaron y pintaron todos los participantes de los talleres, y a partir de ahí empezaron a crear la propuesta para el boceto del mural.

Un barrio dónde la diversidad cultural está presente, el flamenco, el mar y los planetas que forman parte de los nombres de las calles y componen la galaxia de La Mina.

Los niños participantes de los talleres cuándo se les preguntó qué deseaban o cómo imaginaban su barrio del futuro la mayoría coincidió en valores como: la convivencia, el respeto entre las diferentes culturas, dar visibilidad dentro de la sociedad a las personas que viven en el barrio, la paz, la naturaleza, espacios verdes, la amistad, el amor, la familia y la cultura.

Zosen y Mina pintaron este mural durante el mes de Enero de 2019 en la pared medianera del edificio de vecinos de la calle Estrellas enfrente del Polideportivo municipal y el Centro Cultural Gitano; creando el primer mural de gran formato en La Mina y que ahora se puede ver desde varios puntos como la Ronda del Litoral, el tren de cercanías o caminando desde la calle.

 

 

Este proyecto ha sido posible gracias la colaboración entre el Ajuntament de Sant Adrià del Besós, la asociación El Generador, el apoyo del Ecoparque del Mediterráneo, las entidades que trabajan con los jóvenes del barrio y los artistas Zosen y Mina Hamada.

Agradecimientos:

Associació Casal Infantil de La Mina

Salesians Sant Jordi (Grupo Unión)

Casal dels Infants

Centro Cultural Gitano

Profesora Chuchu

Rafael Perona

Manuel Fernández

Karulo Abellán

Sra. Carmen

Juan Carlos Ramos

 

Dirección: Germán Rigol

Música original: Falete Perona

Sonido y entrevistas: Germán Rigol y Zosen

Edición y fotografía: Germán Rigol

Peter Halley presenta «Heterotopia I» en la Bienal de Venecia 2019

Según el filósofo francés Michel Foucault, las heterotopias son mundos entre mundos, que reflejan pero perturba lo que se encuentra en el exterior. Son espacios que de algún modo, son transgresivos, o “otros”: intensos, contradictorios o transformadores. Foucault provee ejemplos: barcos, cementerios, prisiones, jardines de la antigüedad, ferias, baños Turcos, y mucho más.

Dentro del espacio de exhibición de cuarenta metros de largo, en la Academia de Arte, Peter Halley ha creado una secuencia de habitaciones temáticamente variadas que progresan en un santuario abovedado. Este laberinto parecido a un videojuego se desarrolla de una habitación a otra, combinando elementos de la arquitectura clásica como las acanaladuras, los cenotafios, y un frontón roto, con impresiones digitales del tamaño de una pared, matrices de LED que cambian de color, y una escultura a gran escala cortada con láser.

Para enriquecer más el lenguaje de esta narrativa, Halley invitó artistas americanos como Lauren Clay, R.M. Fisher, y Andrew Kuo para contribuir en la instalación. Trabajando con murales de pared a pared impresos digitalmente, Lauren Clay y Andrew Kuo crearon habitaciones separadas realizando sus propias visiones individuales. R.M. Fischer produjo la escultura totémica iluminada en el santuario que culmina la instalación. Además, la escritora con sede en París, Elena Sorokina, ha contribuido con los textos originales de los muros.

Francis Ruyer expone “Hurricane/Time/Image”. Una alusión de la experiencia humana y el uso de la tecnología

La exhibición “Hurricane/Time/Image” desvía una nueva línea de comprensividad alrededor de la práctica de Francis Ruyter. Comisariado por Mohammad Salemy, la exposición consiste en un ensamblaje de dibujos, pinturas y objetos, que fechan de 1990-94 y 2015-19. El proyecto se realiza en FRANZ JOSEFS KAI 3, un espacio de exhibición programado en paralelo al Angewandte Innovation Lab, un programa de la Universidad de las Artes Aplicadas en Viena, Austria. El proyecto se inauguró el 10 de abril y permanecerá operativa hasta el 9 de mayo.

“Hurricane/Time/Image” está destinado a interrumpir narrativas artísticas, estética y desarrollos de la carrera de Ruyter, al igual que condiciones sociales que envuelven su producción artística y subjetividad específica para el artista. Esto sugiere que la fuerza caótica de la tecnología siempre está presente en la obra de un artista, reorganizando la relación con el pasado, el presente y el futuro hacia nuevas constelaciones. En vez de usar el trabajo reciente para dar sentido a la práctica temprana, Ruyter da luz a preocupaciones incrustadas, temas y motivos que han estado resonando en la práctica del artista desde las etapas más prematuras de su carrera.

Desde 2009, Ruyter ha estado centrándose en su trabajo con fotografías que encontraba en los archivos digitales de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos usando la palabra clave “máquina”. Este filtro particular destaca como los pensamientos del artista sobre las máquinas han informado su obra desde que realizó sus dibujos y pinturas al inicio de los años 90. De ese modo, los trabajos más antiguos señalan la transformación de los medios analógicos a los digitales, y la persistencia de las arcaicas tecnologías de presentación y modelaje en ese nuevo mundo digital. Por otro lado, los trabajos más nuevos van más allá de investigar lo abstracto, lo geométrico y, finalmente, la esencia inhumana de la representación. La exhibición resalta la visión mental hacia las conexiones entre el arte y los medios tecnológicos, insistiendo en el rol primario de pintar al mediar las similitudes y diferencias.

El resumen abstracto de la exposición de lo analógico, lo digital y lo algorítmico se asemeja a una transformación igualmente importante en la propia vida del artista. En 2016, Ruyter empezó una transición de género. A este aspecto, el trabajo de Ruyter, tanto del pasado como del presente, puede ser considerado una petición para apartar la pregunta de la identidad humana y comprender las cualidades del género. Desde este ángulo, el hilo más fuerte que une las obras anteriores del artista a su práctica más reciente, es la lucha por aislar las apariencias “naturales” de la representación analógica, centradas en el ser humano, desde su realidad inhumana y cibernética. La exposición no enfatiza la experiencia humana a favor de cambios caóticos y cósmicos que están en el corazón de la evolución del lenguaje, la razón y la lógica entre animales, humanos y máquinas por igual.

Mohammad Salemy es un artista con su taller en Berlín, también es crítico y comisario en Canadá. Cursó sus estudios de máster en crítica y comisariado en la Universidad de British Columbia. Como artista, ha presentado su trabajo internacional y nacionalmente, especialmente en Ashkal Alwan (Beirut, 2015), Witte de With (Rotterdam, 2015) y Robot Love (Eindhoven, 2018). Sus escritos han sido publicados en las plataformas E-flux journal, Flash Art, The Third Rail, Brooklyn Rail, Ocula y Spike. Y como comisario, Salemy ha trabajado en exposiciones en el Tranzit Display (Praga, 2016), además de que su experimento “For Machine Use Only” fue incluido en la XII edición de la Bienal de Gwangju (2016). En 2018, Salemy fue comisario en el Sofia Queer Forum con colaboración de Patrick Schabus en la sucursal de Vaska Emanouliva en la Galería de Arte de la Ciudad de Sofía.

 

 

 

 

Glenda León presenta “Mecánica Natural” en la Bienal de la Habana 2019

La artista se encuentra presentando en el marco de la XIII de la Bienal de la Habana, Cuba, la magnífica instalación intitulada “mecánica Natural” (del 12 de abril al 12 de mayo).

Glenda León convierte pequeños detalles en preguntas radicales sobre nuestras existencias. Su trabajo alude a las cualidades sensibles de la vida humana mediante un enfoque en cosas que, en apariencia, carecen de importancia y que ella transforma en potentes cajas de resonancia de los problemas de nuestro tiempo. A través de metáforas sensoriales, la artista abre grietas de empatía en nuestra experiencia cotidiana y analiza las relaciones entre el cosmos y los seres vivos.

Mecánica Natural es una clara expresión de la estrategia artística por antonomasia de Glenda, ya que representa una visión trascendental en objetos aparentemente insignificantes. En la instalación, los árboles aparecen como hallazgos familiares que regresan una y otra vez a través del espacio. Esta familiaridad hace que la obra parezca abierta a una lectura inmediata, solo para revelar después un sugerente dédalo de referencias cruzadas. En un examen más detenido, resulta claro que no contemplamos siempre el mismo tipo de árbol. Este símbolo ancestral de la vida ecológica se desdobla en una dualidad desconcertante y es tanto víctima como verdugo. Vemos uno destruyendo un automóvil de tamaño real, mientras que otros, tendidos, sirven como autopista silenciosa para una infinidad de vehículos en miniatura.

A medida que nuestros sentidos se internan en este enigma apocalíptico, adquirimos consciencia de la mecánica que rige nuestra comprensión. Al alternar entre la macro y la microescala, la artista introduce una anomalía en nuestras expectativas, la cual nos permite observar las formas preconstruidas de la interpretación que dirige nuestro pensamiento.

Aquí queda expuesta la tensión entre la potencia de los fenómenos naturales —por ejemplo, los huracanes, tan conocidos en Cuba— y la idea de la naturaleza construida por los humanos. Este desacuerdo, inherente al título de la instalación, abre una herida: si la mecánica es una expresión de la inventiva y la consecuencialidad humanas,

¿cómo puede coexistir con la naturaleza y su supuesta impredictibilidad? ¿Son nuestras epistemologías de la naturaleza las adecuadas para establecer una relación bien articulada con ella?

Los árboles muertos en el centro de la instalación atraen nuestra mirada y la guían a lo largo de sus magníficas curvas. Durante este proceso surgen más preguntas: ¿A dónde van los automóviles de juguete que, como hormigas sumisas, avanzan de manera ordenada hacia el vacío? ¿Es esa la misma dirección en la cual nosotros, como sociedades humanas, nos estamos precipitando?

Las hormigas prosperan en comunidades eusociales con reglas colectivas que definen sus relaciones con otros seres vivos. Al aprender cómo coexistir de manera provechosa con su entorno, desarrollan colaboraciones vitales con otras formas de vida. La base esencial de esto es lo que las comunidades indígenas andinas cultivan como vincularidad; es decir, la conciencia de que todos los seres vivos están interconectados, de que el bienestar de uno está intrínsecamente relacionado con el bienestar de los demás. Se trata de una forma de empatía ecológica primordial para todos los sistemas bióticos.

Mecánica Natural constituye un recordatorio de dicha interconexión, la cual, a su vez, es fundamental en todo el trabajo de Glenda León. Esta interacción se manifiesta en obras como Cada Respiro (2003), una pieza de video en la cual el sutil y simple acto de respirar pone en sincronía a la artista y al espectador con el universo, o Las Formas del Instante (2001), una serie fotográfica en la cual unas barras de jabón, gastadas e imperfectas se alzan como frágiles monumentos a los efímeros momentos de la vida cotidiana.

Además de hablar de ecología planetaria, Mecánica Natural también articula una relación in situ con el espacio en el cual se presenta, evocando la historia de la Nave Línea y 18, una estación de tranvía que cayó en desuso debido a la primacía del transporte en automóvil y autobús. Por último, la instalación materializa la lógica de la explotación ecológica enraizada en el mismo centro de nuestras sociedades dominadas por el neoliberalismo petrolero. Tenemos ante nosotros el desastre. Pero es, simplemente, el reflejo de nuestra concepción imperfecta de la naturaleza.

Ilaria Conti