Suite Olympic Centennial. Recuperando el espíritu olímpico

Los centenarios siempre son motivo de celebración. Estos son la prueba irrefutable de que la tradición y la perseverancia han vencido a cualquier adversidad que el tiempo les haya podido presentar. Y en el caso del deporte, cien años de dedicada cita cuatrianual es un hito que debe ser conmemorado de la manera más solemne posible. Por ello, en 1992, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, tuvo lugar la Suite Olympic Centennial, que rememoró el centenario de la celebración de los primeros Juegos Olímpicos modernos.

¿Cuándo empezó todo?

La historia marca el inicio de estos juegos hacia 1892, cuando el barón Pierre de Coubertin anunció en una sesión de la Union française des sports athlétiques – Unión de sociedades francesas de deportes atléticos – la celebración de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna (1896), restableciendo así este acontecimiento deportivo después de más de 1.500 años sin ser celebrados. Los juegos, símbolo de paz y de alianza universal entre los diferentes países del mundo, volvieron a reunir a atletas de todos los continentes para celebrar la gran fiesta del deporte en la cuna de esta tradición milenial: Atenas. La vuelta olímpica a Grecia rindió homenaje a los orígenes de estos juegos, convocando a una pequeña gran parte de la humanidad en la ciudad que vio nacer al deporte y a sus competiciones tal y como las concebimos hoy en día.

La Suite Olympic Centennial como símbolo de unión entre países

En 1992, cien años después de esta sesión que configuró los Juegos de la I Olimpiada, el Comité Olímpico Internacional, presidido por don Juan Antonio Samaranch, decidió homenajear este hecho de una manera única y estrechamente relacionada con las artes plásticas. Fue desde Barcelona, ciudad olímpica de aquella época, desde donde se coordinó la elaboración de una pieza artística conmemorativa del centenario conocida como la Suite Olympic Centennial. La Suite fue una colección de cincuenta obras plásticas de cincuenta artistas internacionales, representantes de las diferentes corrientes artísticas del momento. Esta selección de artistas fue gestionada por un grupo de expertos que contaba con nada más y nada menos que la presencia de uno de los fundadores de Galeria SENDA, por lo que su implicación y compromiso para con este acontecimiento nos hace especial ilusión poder compartir con vosotros.

Los artistas que dieron vida a la Suite Olympic Centennial

Muchos de los artistas que conformaron esta unión de virtuosos de las artes fueron grandes exponentes de un abanico muy amplio de corrientes. Sus aportaciones a esta obra colectiva de arte fueron cruciales para elaborar una pieza símbolo de fraternidad que trascendió en los anales de la historia del arte. A continuación, hablaremos sobre algunos de los artistas que colaboraron a construir la Suite Olympic Centennial.

Carlos Cruz Díez

El artista venezolano Carlos Cruz Díez es internacionalmente reconocido por ser el creador de la corriente pictórica del Op Art, un estilo de arte visual que hace uso de ilusiones ópticas. La visión de  Cruz Díez es clara: cuestionar la división clásica entre pintura y escultura, concibiendo así obras que confrontan ambas artes para fusionarlas en una única pieza. Por ello, el artista utiliza los relieves típicos de la escultura en sus pinturas para crear efectos ópticos que producen la impresión, a simple vista, de movimiento en los cuadros. Es, por tanto, obvio afirmar que Cruz Díez juega con las sensaciones para invitarnos a ver con el ojo humano algo intangible como es el movimiento. En sus obras pictóricas, como es ejemplo la que creó para la Suite Olympic Centennial, podemos apreciar como el artista nos invade con una experiencia cromática completa que invita al espectador a dejarse llevar por la percepción sensorial y no por la razón lógica.

Carlos Cruz Díez. Suite Olympic Centennial (1994). 100 x 70 cm. Grabado

Antoni Tàpies

El catalán Antoni Tàpies tampoco se perdió esta oportunidad de formar parte de la historia del arte participando en la elaboración de la Suite Olympic Centennial. Caracterizado entre sus más allegados por su deseo de embellecer el día a día, el estilo de Tàpies nace del surrealismo influenciado por sus más grandes exponentes como Paul Klee, Joan Miró y Joan Ponç. Sin embargo, Tàpies es mundialmente conocido por formar parte de la corriente del informalismo, un estilo fuertemente arraigado al azar, la improvisación, el uso y experimentación de los materiales y el rechazo a la construcción premeditada. Antoni Tàpies, con obras como la presentada en la Suite Olympic Centennial, muestra su abismo interior mediante la expresividad de los materiales, con sus cruces e iniciales características grabadas en el lienzo.

Antoni Tàpies. Suite Olympic Centennial (1994). 63 x 90,5 cm. Grabado

Eduardo Chillida

«Mi objetivo es definir el vacío tridimensional a través de la plenitud tridimensional» afirmaba Eduardo Chillida cuando se le preguntaba por su obra. El artista vasco, autor de obras escultóricas icónicas como “Peine del Viento”, que reviste la costa donostiarra, se atrevió para esta ocasión especial a crear un grabado que desafía su preocupación por cómo exponer el espacio vacío en obras pictóricas. Mediante su propio lenguaje artístico, Chillida muestra el vacío al público gracias a la plenitud, cargando sus creaciones con una fuerte fuerza artesanal. Influenciado por su formación escultórica y por las tradiciones del pueblo vasco, Chillida nos deslumbra con piezas que invitan al espectador a empatizar con un artista dividido entre la escultura y la pintura.

Eduardo Chillida. Suite Olympic Centennial (1994). 70 x 100 cm. Grabado

Ben Vautier

Bajo el lema «Cualquier acción que haga un artista es arte», Ben Vautier se ha consagrado como un artista que fusiona su vertiente más plástica con su vocación más poética. Camuflado en una caligrafía claramente infantil, Vautier esconde grandes y profundas declaraciones en los trazos que él escribe en sus lienzos. Autodefinido como un artista cero visceral, Vautier se considera un individuo movido por las reflexiones teóricas premeditadas. Por todo ello, para la Suite Olympic Centennial escribe sobre fondo negro «Life is competition – Ben», es decir, «La vida es una competición – Ben»; abriendo los ojos sobre una realidad de la condición humana. Los artistas que utilizan el lenguaje como medio de expresión en sus trabajos buscan despertar al espectador y eso es justamente lo que Vautier consigue con frases como la de la escrita para la Suite Olympic Centennial.

Ben Vautier. Suite Olympic Centennial (1994). 100 x 70 cm. Grabado

Peter Saul

Es imposible hablar de Peter Saul y no imaginarse una de sus coloridas creaciones. Haciendo uso de caricaturas agresivas y distorsiones exageradas, consigue sumergir al espectador en una narrativa en donde Saul se burla de un sistema sumido en el capitalismo. Peter Saul ha sido asociado durante mucho tiempo al movimiento del Pop Art, aunque el artista siempre se ha separado radicalmente de esta corriente debido a sus convicciones políticas. El estilo de Saul es claro: transformar personajes y escenarios en formas insípidas y viscerales mediante dibujos similares a los graffittis, con colores chillones escogidos deliberadamente para hacerlos sentir vulgar a los ojos del público. Para la Suite Olympic Centennial, Peter Saul escoge el verde para dar color a su obra, caricaturizando a los atletas en diferentes animales y cuerpos extraños.

Peter Saul. Suite Olympic Centennial (1994). 100 x 70 cm. Grabado

Mimmo Rotella

El artista Mimmo Rotella es capaz de capturar la realidad contemporánea desde una expresión documentada arraigada al neorrealismo. De hecho, Rotella ha sido un gran exponente del Mec Art, una corriente que parte del arte de la fotografía utilizando técnicas de transferencias de imágenes. Este estilo ha sido considerado una respuesta al contenido subjetivo y lírico del informalismo europeo, que emplea recursos mecánicos para crear obras de arte basadas en el movimiento. En su proyecto para la Suite Olympic Centennial, los aros olímpicos cobran un protagonismo notable en una amalgama de fondos granulados llenos de texturas.

Mimmo Rotella. Suite Olympic Centennial (1994). 70 x 100 cm. Grabado

El legado de cincuenta artistas

Es por ello que podemos afirmar que la Suite Olympic Centennial supuso un antes y un después en la historia de los juegos olímpicos, una celebración del éxito, un símbolo de la unidad de los pueblos. Cada obra que forma parte de este proyecto es una pequeña gran aportación a un legado que, no incumbe tan solo al deporte, sino también al arte y la humanidad.

«En la Cabeza del Artista». Exposición colectiva en LAB 36

La exposición “En la Cabeza del Artista” está pensada como una muestra de diferentes aproximaciones a la representación de la cabeza o figura humana por parte de una selección de artistas, entre los que se encuentran Robert Mapplethorpe, Jaume Plensa, Yago Hortal, Erik Parker, Stephan Balkenhol, Joan Ponç, Gonzalo Guzmán, Jordi Bernadó, Roger Ballen y Sergio Roger. 

Robert Mapplethorpe

En “En la Cabeza del Artista” encontramos dos obras de Robert Mapplethorpe, célebre fotógrafo estadounidense conocido por documentar el ambiente de la subcultura de Nueva York en los años 60 y 70. En «Statue Series» (1983), Mapplethorpe captura la esencia y la forma de estatuas con una elegancia atemporal, mientras que en «Louise Nevelson» (1986) refleja la fuerza y la personalidad distintiva de la escultora.

Jaume Plensa

En esta muestra colectiva encontramos dos obras poco usuales del reconocido escultor Jaume Plensa, Por una parte, su obra gráfica «Étude en Jaune VI» (2020) es un estudio sobre la anatomía de la cabeza. Por otra parte, ”CAP III» (1988) es una muestra del inicio de su trayectoria. En los años ochenta, su escultura era antropomorfa, con volumetrías que nos transportaban a paisajes humanos de ecos totémicos y primitivos.

Yago Hortal

La obra de Yago Hortal parte de un fuerte compromiso con la pintura y con el mismo acto de pintar. En “SP 119” (2016) se observa el característico uso de colores intensos y movimientos dinámicos de Hortal. A pesar de la marcada abstracción de la pieza, las manchas de color crean una forma que recuerda a una cara. Por otra parte, en “Z78” (2023) Hortal continúa su exploración de la abstracción con pinceladas dinámicas y fluidas, pero que difiere de la paleta vibrante habitual del pintor. 

Erik Parker

Erik Parker, conocido por su estilo que fusiona influencias del Pop Art y la subcultura psicodélica norteamericana. En «S/T (Split)» (2004), Parker utiliza la técnica mixta para crear una composición psicodélica en la que el espectador puede intuir la forma de una cabeza. 

Stephan Balkenhol

Stephan Balkenhol, un escultor conocido por reintroducir la escultura figurativa en la escena contemporánea, utiliza maderas blandas talladas para crear obras con texturas visibles y contrastes marcados. En «Head of a man» (2005), Balkenhol presenta un retrato sencillo, pero expresivo, demostrando su habilidad para trabajar la madera. Sus esculturas evocan técnicas medievales y arte popular, destacándose por su estilo distintivo y técnica meticulosa.

Joan Ponç

Joan Ponç, un pintor barcelonés influyente en la vanguardia artística de los años 40 y 50, es conocido por su simbolismo personal y su mundo habitado por seres imaginarios. En «Suite Caps» (1958-59), Ponç utiliza tinta sobre papel para crear dibujos que exploran lo mágico y lo mistérico de la realidad.

Gonzalo Guzmán

Gonzalo Guzmán, joven escultor contemporáneo, es conocido por sus esculturas de acero inoxidable que remiten a su mundo onírico. «Estela_31» (2024) es una muestra más del uso que hace Guzmán del acero para crear esculturas que juega con la forma y el espacio, generando una fuerte impresión visual.

Jordi Bernadó

En la exposición encontramos «Barcelona (BCN 878.1)c2bn» (2023) de Jordi Bernadó, fotógrafo conocido por sus imágenes que cuestionan la realidad y la representación. Esta fotografía captura a “Flora”, la escultura de gran formato de Jaume Plensa que fue instalada en Paseo de Gracia el verano del 2023 en motivo de su exposición en La Pedrera. 

Roger Ballen

Roger Ballen es conocido por sus estudios psicológicos y alegatos sociales. En «Perpetrator» (2003) y «Head Inside Shirt» (2001), Ballen utiliza el blanco y negro para capturar escenas inquietantes que exploran el subconsciente humano.

Sergio Roger

Sergio Roger se inspira en la belleza de las civilizaciones antiguas, especialmente la grecorromana. Reinterpreta y subvierte elementos icónicos del arte clásico usando fibras textiles naturales en lugar de mármol. Cada una de sus obras es única, creada con tejidos antiguos como lino y seda, cuidadosamente seleccionados en anticuarios. Con una maestría técnica en esculturas textiles, Roger explora técnicas ancestrales con una visión contemporánea, cuestionando nuestra percepción del pasado y la permanencia del arte tradicional.

«Landscape Untitled 2» – Exposición colectiva en la Mezzanina

Hace 32 años, galeria SENDA abrió sus puertas y dedicó el verano a una exposición que fue clave en la historia de la galería titulada “Landscape Untitled”. En ella, invitó a Albert Oehlen, Christopher Wool y Peter Halley – artista con el que mantenemos la relación y expondremos después del verano. Cada uno de ellos disponía de una habitación y concibió su espacio como un pequeño show.

Esta exposición llevaba un fantástico texto de Luis Francisco Pérez en que nos decía:

“La práctica de la pintura, incluso aquella que se abandona a una vorágine de contemporaneidad desprovista de memoria, obedece a una voluntad de reconstrucción, a un deseo proyectado hacia la conquista de un territorio existente.”

Afrontando la llegada del verano, rememoramos el espíritu olímpico del 92 con la Copa América, que este año tiene lugar en Barcelona y nos devuelve la alegría por un proyecto deportivo que pone el foco en nuestra ciudad. Así, en SENDA retomamos la idea del paisaje, que es tan propia en la historia del arte catalán, y presentamos “Landscape Untitled 2”. En esta muestra colectiva en la Mezzanina de la galería dialogan obras de Joan Fontcuberta, Robert Wilson, Gao Xingjian, Peter Halley, Glenda León, Anna Malagrida y Gonzalo Guzmán.

Las piezas de esta muestra

Glenda León

La serie de mármoles “Contornos del mundo” de Glenda León retoma las formas empleadas en obras anteriores, como el lienzo de “Los Horizontes del Mundo” (2018) o las serigrafías “Contornos del mundo”. En estas nuevas esculturas, la artista recorta el mármol siguiendo distintas formas. Desde elementos naturales como la rama de un árbol, hasta el vuelo de una abeja, el río Ganges o el terremoto de Valdivia en Chile, las esculturas exploran la interacción entre la naturaleza y la interpretación humana de sus fenómenos. Cada pieza, cuidadosamente trabajada, muestra la destreza de León para transformar la rigidez del mármol en representaciones orgánicas y fluidas, otorgando una nueva vida a este material.

«Contornos del mundo» (2024) Diferentes tamaños, Mármol negro de Calatorao
«Contornos del mundo: El Terremoto de Valdivia, Chile» (2024) 9 x 23 x 1.5 cm, Mármol negro de Calatorao

Joan Fontcuberta

Con “Paisaje de la Seguridad: Banco de España/Caja de Seguridad” (2001), Joan Fontcuberta sumerge en una reflexión sobre la percepción, la realidad, la seguridad y la política. En esta obra forma parte de su serie “Paisajes de la seguridad” y se relaciona íntimamente con su idea de que toda naturaleza se ha convertido en artificio debido a la influencia de la cultura y los contextos económicos y políticos. 

«Banco de España/Caja de Seguridad» (2001) 120 x 180 cm

Robert Wilson

Por su parte, las obras de Robert Wilson son una serie sobre papel que revelan su proceso creativo en la concepción de la ópera «Der Messias», tal y como mostramos en la exposición de sus originales.

Vista de la exposición «Der Messias» de Robert Wilson en marzo 2024 en Galeria Senda

Esta secuencia de cuatro obras muestra una montaña como protagonista, destacando el uso distintivo de la luz en cada pieza. Wilson utiliza la luz no solo como un elemento visual, sino como un medio narrativo que transforma la percepción del paisaje en cada obra. A través de variaciones sutiles y dramáticas en la iluminación, cada obra captura un momento único, sugiriendo la evolución temporal y atmosférica de la montaña, y que se relaciona directamente con su escenografía de “Der Messiah”. 

«Der Messias» (2020) 60.5 x 80.5 x 3.5 cm cada uno – Carboncillo y papel

Gao Xingjian

Gao Xingjian, conocido tanto por su trabajo literario como por su arte visual, presenta en “Cité fantastique” (2011) una interpretación del paisaje que juega con la abstracción y la sugestión. La pintura, con sus tonos monocromáticos y trazos fluidos, evoca una sensación de misterio y contemplación.

«Cité fantastique» (2011) 130 x 162 cm – Tinta china sobre lienzo

Peter Halley

Encontramos también una singular obra sobre papel de Peter Halley. “Cell 8” utiliza el grafito y crea una textura y un tono que difieren significativamente de su uso habitual del color, pero mantiene su interés por los sistemas y las conexiones. Este dibujo muestra un estudio de espacio y confinamiento, temas recurrentes en el trabajo de Halley, donde a menudo explora la arquitectura del entorno urbano, entendiéndolo como paisaje, y la interacción entre el espacio personal y social.

«Cell 8» (1995) 12.5 x 17.7 cm – Grafito y papel

Anna Malagrida

La fotografía “Refugio 8” (2006) de Anna Malagrida forma parte de Una serie de fotografías de refugios en el desierto jordano. Estas construcciones básicas y precarias son la expresión más simple de la forma representada por la noción de refugio, techo o protección. La visión fotográfica transforma estas construcciones anónimas en esculturas del desierto. Esta serie de fotografías de refugios en el desierto jordano, que captura la esencia más simple de la protección y el refugio, dialoga con las diversas interpretaciones del paisaje presentadas en la exposición «Landscape Untitled 2», transformando estas construcciones anónimas en esculturas del desierto que resuenan con la historia y la naturaleza humana.

«Refugio 8» (2006) 32 x 40 cm – Copia Pigment Print

Gonzalo Guzmán

Finalmente, las dos esculturas de Gonzalo Guzmán nos inducen a una reflexión sobre como el arte se relaciona con su contexto. La capacidad de las esculturas para reflejar el paisaje que la acompaña pone en evidencia cómo el contexto influye en la percepción de la obra de arte. Esta interacción dinámica entre la obra y su entorno invita a los espectadores a considerar cómo el contexto modifica nuestra experiencia y comprensión del arte y el mundo. 

Estela_23″ (2024) 120 x 32 x 24 cm – Acero Inoxidable

Así, “Landscape Untitled 2” es un recorrido por diferentes interpretaciones del paisaje, desde lo tangible y físico hasta lo imaginario y sensorial. 

Gonzalo Guzmán. Dolmen_04 y sus viajes oníricos

Un onironauta que hace tangible sus sueños. En pocas palabras, así podríamos definir a Gonzalo Guzmán, el artista madrileño que basa su trabajo escultórico en el estudio onírico de sus sueños. Guzmán se formó como diseñador industrial y, desde la pandemia, dedica su tiempo al arte de la escultura. Durante aquella época de aislamiento social, Gonzalo Guzmán empezó a experimentar sueños lúcidos, un estado de desvinculación momentánea entre el cuerpo y la mente en el que el sujeto es consciente de que está viviendo un sueño y puede, por ende, controlarlo. Y, desde ese momento, su proyecto artístico ha ido creciendo y explorando nuevos horizontes.

Los sueños, su objeto de estudio

Es cuando cierra los ojos y sueña que Guzmán encuentra el sentido y la inspiración de sus obras. En sus sueños, el artista interactúa con unas estructuras megalíticas metálicas que le generan una sensación de paz muy profunda. Menhires y dólmenes que, aunque parezcan cuerpos abstractos, son piezas figurativas porque copian aquello que el artista ve en sus sueños. Guzmán escoge el acero inoxidable porque busca emular el material metalizado con el que interactúa en sus viajes oníricos. Además, por practicidad, este tipo de metal es resistente al exterior, algo primordial para ser fiel con lo soñado previamente. El acero inoxidable es el material idóneo para sus estructuras, ya que le ofrece las propiedades técnicas y visuales necesarias para construir sus piezas.

El ritual onírico de Guzmán

Gonzalo Guzmán, en una entrevista para la revista Metal, nos explica el proceso mental que lleva a cabo para conectar con sus sueños. Este habla del estado “duermevela”, un estado de desconexión en donde el cuerpo permanece dormido, pero la mente se mantiene despierta. Al anularse los movimientos y las sensaciones corporales, estos se intensifican en la cabeza y es entonces cuando empieza la aventura onírica. El truco, según Guzmán, es tener un objetivo claro a la hora de soñar. «[…] es más fácil experimentar estos sueños si tienes un objetivo, si durante el día estás motivado pensando en tener un sueño lúcido y te propones algo que te gustaría cumplir dentro del sueño

En el caso de Gonzalo Guzmán, su meta a la hora de soñar es comprender mejor el significado de estas estructuras que ve en sus sueños y volver a interactuar con ellas. Su ritual empieza a las cuatro de la madrugada al toque de su alarma. El artista se medio desvela y hace una serie de ejercicios en ese estado adormecido que hacen que le sea más fácil empezar a experimentar un sueño lúcido cuando se vuelve a dormir.

Exposiciones y participaciones

Gonzalo Guzmán ha exhibido sus piezas en diferentes lugares del mundo como Alemania, Suiza, Italia o Reino Unido, entre muchos otros sitios. Su muestra individual más actual es la exposición “Colisión” (2023) en Galeria SENDA, enmarcada dentro del festival Art Nou, un festival de arte emergente de Barcelona y Hospitalet que ofrece la posibilidad a jóvenes creadoras nacionales e internacionales de establecer sus primeras relaciones profesionales en el mercado del arte, las galerías, los espacios autogestionados y las instituciones dedicadas al arte emergente. La pieza central de la exposición y la que mayores miradas atrajo fue una instalación compuesta por la representación de una estalactita de tres metros de acero inoxidable que se suspendió desde el techo de la galería sobre una superficie reflectante. El reflejo de la estalactita en la superficie generó la ilusión óptica de que también existía una segunda estalactita a punto de tocarse con la suspendida. La fuerza de la composición reside en la cercanía de una colisión imposible y, de ahí, el nombre de la exposición.

En el contexto de las ferias de arte, Guzmán ha participado en un par en lo que llevamos de año. En primer lugar, sus obras oníricas hicieron una visita a ARCO Madrid junto con otros artistas de la galería en un escenario artístico líder en el sector. Además, recientemente, sus piezas también estuvieron expuestas en el stand de SENDA en la feria Art Brussels.

Dolmen_04 y su vínculo con la Reunión del Círculo de Economía

Con motivo de la 39ª Reunión del Círculo de Economía de este año, enmarcada bajo el nombre “El mundo a prueba. Estrategias para impulsar la productividad y el bienestar en tiempos de cambio”, la obra Dolmen_04 de Gonzalo Guzmán tendrá un lugar especial en el Palacio de Congresos de Cataluña.

Y es que esta estructura comparte un vínculo estrecho con la temática de los simposios de esta reunión. Muchas veces, nos hace falta volver a los orígenes para comprobar hasta dónde hemos llegado. Raimon escribió que quien pierde los orígenes pierde la identidad. Quizás, lo que quería decir en este verso es que, quien ha abandonado su historia, no es capaz de entender su presente en toda su grandeza ni podrá afrontar los retos de futuro con toda su complejidad.

Dolmen_04 nos lleva desde los orígenes de la humanidad al presente más rabioso en fracciones de segundo. En un abrir y cerrar de ojos. El dolmen es un objeto cuántico, que parece estar en dos espacios diferentes a la vez: plantado físicamente en este espacio de reunión y, con su reflejo infinito, en nuestra visión más profunda de nosotros mismos. Y es cuántico también porque ocupa dos lugares diferentes en el espacio/tiempo. El arte desafía, tanto o más que la física, nuestra percepción del universo y es capaz de que percibamos un objeto, como este Dolmen_04, en dos momentos muy diferentes de la historia de la humanidad.

Una muestra de estas primeras y rudimentarias construcciones arquitectónicas que el hombre levantó la vemos hoy aquí transformada en objeto actual, sin que haya perdido su simbolismo prehistórico. La encontramos aquí, en un lugar de reflexión de los humanos más mundanos sobre el presente y el futuro, y su visión nos interpela y nos anuncia de donde venimos, no fuera caso que al tener los pies en el suelo perdamos nuestros orígenes y olvidemos que la humanidad, desde sus principios, siempre ha querido elevarse por encima de la realidad más mundana, y encontrar, allá donde fuera, un sentido espiritual en los instantes rutinarios que vivimos cada día.

Por eso, este dolmen del siglo XXI nos transporta a nuestros ancestros y quiere recordarnos a todos los que están aquí reunidos que afuera, no tan lejos de aquí, hay otro mundo. Un mundo creado, entre otros, por centenares de millones de años de artistas, escritores, escultores, músicos, etc., y también por gente normal, el ciudadano común que cada día va al trabajo y que, de alguna manera, tiene que ser presente en nuestras discusiones. Porque, en el fondo, todos nosotros tenemos que trabajar por el hombre común, por el género humano en toda su amplitud. Este dolmen nos transporta a la historia milenaria del género humano, de la gente corriente.

Un dolmen ha aterrizado en estas jornadas como la pieza de un artista que resume este viaje desde la antigüedad a la modernidad en décimas de segundo y nos recuerda que este viaje no habría sido posible sin la gente de la calle, sin el que trabaja y produce, que, en definitiva, siempre ha de ser el actor principal del progreso humano. Tengámoslo aquí cerca, veámoslo, y no olvidemos nunca por qué está. Su trabajo, su producción y su creatividad es nuestro futuro.

Una pequeña muestra de sus sueños

A continuación, una pequeña selección de obras de Gonzalo Guzmán que evocan a esos sueños inducidos que el artista crea desde cero en su mente.

Sandra Vásquez de la Horra recibe el Premio Käthe Kollwitz

Desde Galeria SENDA, nos complace anunciar que la artista chilena Sandra Vásquez de la Horra ha sido galardonada con el Premio Käthe Kollwitz. Para aquellos que no sepan sobre la historia de este galardón anual, nació en 1960 y lleva el nombre de la artista alemana Käthe Kollwitz. Kollwitz fue una pintora, escultora y grabadora de la corriente realista, muy comprometida socialmente a este estilo durante el siglo XIX y que abrazó el expresionismo a principios del siglo XX. La Akademie der KünsteAcademia de las Artes de Berlín –  ha concedido este año su premio a Vásquez de la Horra, que lleva instalada en Alemania desde 1995.

Más sobre la artista

Sandra Vásquez de la Horra, nacida en 1967 en Viña del Mar (Chile), se graduó de Comunicación Visual en la Universidad del Diseño de su ciudad natal y, posteriormente, finalizó sus estudios de Bellas Artes en la Academia de Arte de Düsseldorf (Alemania). Ya en el extranjero, en el 2002, estudió fotografía, cine y nuevos medios en la Kunsthochschule für Medien Köln – Academia de Artes Visuales de Colonia. Destacar también que desde que se instaló en 1995 en Alemania, sigue produciendo sus obras desde Berlín. Por lo tanto, podemos observar la gran estima y el lazo indisoluble que la artista y el país germano han creado tras años viviendo y creando proyectos nuevos desde allí.

Este año, Vásquez de la Horra ha expuesto en el Goethe-Institut de Santiago de Chile y en 2022 participó en la 59ª Bienal de Venecia. La artista ya ha sido homenajeada con amplias exposiciones individuales como la del Denver Art Museum con “The Awake Volcanoes” (2024) o, por ejemplo, la que se llevó a cabo en la galería, “Aura” (2022). 

El porqué del estilo personal de Vásquez de la Horra

En los trabajos de Vásquez de la Horra, la artista utiliza lápiz de cera para construir un imaginario obscuro que evoca a un mundo imaginario y fantasioso que toca temas subversivos como la religión, la mitología, el sexo, la cultura popular, las redes sociales o la muerte. Mediante esta ejecución distópica, el espectador se introduce en un universo de criaturas ficticias y encantadas caracterizadas por preocupaciones carnales y psicológicas, un recurso que Vásquez de la Horra hace servir para hacernos reflexionar sobre cuestiones sociales que nos afectan directamente aunque, muchas veces, las dejemos de lado. Por lo tanto, podríamos decir que es una artista cuyo lenguaje visual tematiza los conflictos a los que se enfrenta la sociedad actual.

Sus obras reúnen una serie de arquetipos de la conciencia colectiva, cuestiones de género y sexualidad, reflexiones interculturales y temas de prácticas espirituales. El porqué de este discurso artístico tan arraigado a la protesta social tiene su explicación cuando se conoce la biografía de la artista. Vásquez de la Horra creció en una época que, tras el golpe de Estado de la Junta Militar chilena en 1973 y la toma del poder por Augusto Pinochet, estuvo dominada por la tortura, la represión, los desaparecidos y las numerosas violaciones de los derechos humanos durante más de diecisiete años.

Con la vuelta de la democracia en 1990, la población pudo digerir y asumir la historia del país, cuya huella se puede apreciar en la obra artística de Sandra Vásquez de la Horra. Además de mostrar las barbaries que su país vivió, en sus proyectos muestra sus confrontaciones familiares, las mitologías de la población indígena y la dominación colonial de los europeos en América Central y del Sur.

Los dibujos que Vásquez de la Horra crea son tanto de pequeño como de gran formato, sobre papel y cartón, y se caracterizan por su densidad, colores y precisión. Algunas de sus creaciones están bañadas en cera, tratamiento que añade profundidad al dibujo y le permite construir obras tridimensionales en forma de acordeón.

Premio y celebración

Con motivo de la ceremonia de entrega del Premio Käthe Kollwitz, la Akademie der Künste expondrá una selección de las obras de Vásquez de la Horra; un total de más de 60 dibujos, fotografías y objetos que se expondrán en una instalación site-specific. La ceremonia tendrá lugar en la misma Akademie der Künste el 18 de junio a las 19 h y su exposición especial se podrá visitar entre los días 19 de junio y 25 de agosto.

Un nuevo doctorado para Jaume Plensa

Actualmente, en el mundo del arte, uno de los nombres que resuenan más es el del afamado artista Jaume Plensa. Tras una larga trayectoria llena de éxitos en diversos ámbitos artísticos, Plensa se ha convertido en el ejemplo de artista multidisciplinar, habiendo dejado su huella personal en muchas de las disciplinas artísticas existentes. Desde sus enormes producciones escultóricas hasta sus pinturas simbólicas, pasando incluso por la ardua tarea de montar la escenografía de una ópera en el Gran Teatre del Liceu, podemos observar que Jaume Plensa se ha atrevido con todo tipo de aventuras artísticas que lo han convertido en el artista internacional que todas y todos conocemos.

Su narrativa artística

Su trabajo logró impactar al otro lado del charco gracias a su videoescultura interactiva «Crown Fountain», situada en el Millenium Park de Chicago. Esta producción consiguió catapultar su fama internacional, siendo un ejemplo claro la gran cantidad de obras de Plensa que albergan instituciones y países de todo el mundo como «Endless» en el Museo de Arte Raclin Murphy (EUA), «Wonderland» en Calgary (Canadá) o «Nomade» en Antibes (Francia). Sus esculturas e instalaciones de arte público, por lo que es mayormente conocido, invitan siempre a la contemplación silenciosa, a conectar con la espiritualidad, con el cuerpo y con la memoria colectiva. Sus piezas incitan, pues, a la reflexión profunda y a establecer un diálogo necesario entre el individuo y su espíritu crítico, con tal de visibilizar problemáticas sociales tales como la vulneración de derechos humanos, la opresión, las desigualdades o las injusticias.

Para transmitir toda esta narrativa basada en la concienciación, un punto en común que conecta a todos sus proyectos, es la monumentalidad que envuelve al conjunto de sus obras. No tan solo cuando se habla de las dimensiones de estas, sino más bien cuando se trata de comprender el porqué de esa grandiosidad que nos hace sentirnos parte de la lucha social. Sus rostros de ojos cerrados, sus esculturas de cuerpos pensativos o sus instalaciones compuestas con letras de varios alfabetos, son la prueba de una humanidad que debe activar los cinco sentidos, meditar sobre el contexto que la envuelve y disolver fronteras para unirse en un mismo lenguaje: el de la concordia y la paz.

Premios y reconocimientos

Por todo ello, no es extraño pensar que Jaume Plensa ha sido galardonado en diversas ocasiones, tanto por su labor artística como social. Aquí en España ha sido premiado nada más y nada menos que con el Premi Nacional d’Arts Plàstiques de la Generalitat de Catalunya (1997), el Premio Nacional de Artes Plásticas de España (2012) o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura (2021), junto con otras personalidades del mundo del arte como el actor Javier Bardem o el grupo musical Amaral. Sin embargo, en este blog queremos celebrar y felicitar a Jaume Plensa por conseguir su cuarto título honoris causa, esta vez por la University of Notre-Dame (Indiana, EUA). Otros doctorados que Plensa lleva a sus espaldas son los concedidos por la School of the Art Institute de Chicago (2005), la Universitat Autònoma de Barcelona (2018) y la Universidad Internacional Méndez Pelayo (2022).

Desde Galeria SENDA queremos darle un caluroso aplauso a este artista catalán que ha logrado romper fronteras y exponer un arte pensado para ser mostrado al mundo. Para que sus obras sigan impactando en la vida de muchas personas y en los escenarios urbanos de todos los países del mundo. Para que se sigan premiando las narrativas de sus proyectos y la impronta que estas tienen en nuestra sociedad.

Cuando el movimiento se convierte en forma. El arte fotográfico posestructuralista de Xavi Bou – por Uta M. Reindl

La mayoría de las líneas negras de cautivadora geometría serpentean o se arremolinan, algunas incluso en varias hileras, a través de los fondos de imágenes monocromáticas de las fotografías, lo que hace pensar en dibujos o pinturas abstractas. La perfección casi artificial de las formaciones minimalistas dan la impresión de estar generadas matemáticamente. Sin embargo, estas enigmáticas estructuras muestran las figuras del vuelo de las aves registradas con el antiguo método de la cronofotografía y la tecnología informática moderna. El artista nacido en Barcelona Xavi Bou las ha descontextualizado en el sentido que estas se despliegan sobre un cielo despejado que transforma en un lienzo mediante un tratamiento digital. Según el fotógrafo, su fascinación por las aves y su movimiento está enraizado desde su infancia. El crecer en El Prat de Llobregat, en las afueras de Barcelona, le permitió realizar  innumerables paseos por la naturaleza con su abuelo quien también era un amante de las aves. Su gran interés por la naturaleza se mantuvo incluso después de sus estudios de geografía y fotografía y durante su etapa trabajando en el sector de la fotografía de moda. Poco después de su debut en 2015, el artista recibió elogios de numerosas publicaciones en diarios y revistas de diferentes medios a nivel mundial. 

Fotografía de Xavi Bou que captura la forma del vuelo de los pájaros. En este caso son Cuervos y la fotografía se tomó en Manlleu, Cataluña

Desde un punto de vista histórico-artístico, tal concentración en representaciones no figurativas comenzó en Alemania en la década de 1950 con la «fotografía subjetiva» de Otto Steinert, que retrataba la realidad sin narrarla, documentándola a modo de reportaje y situando la ornamentación como un fenómeno externo a la imagen. Un caso similar fue el del fotógrafo catalán Marcel Giró, que emigró a Brasil. Xavi Bou conoce la cronofotografía puramente científica de Eadweard Muybridge, que en cierto modo se relaciona con su planteamiento ornitográfico.

Por su parte, Xavi Bou ha dado forma a los movimientos de numerosas especies de aves en sus trabajos ornitográficos, además de explorar el medio de la fotografía para visualizar y archivar estas energías que fluyen y fluctúan. Esto, en toda la serie y en concepto, es bastante parecido al archivo fotográfico de edificios industriales internacionales de la pareja de artistas Hilla y Bernd Becher, que podría considerarse más postestructuralista-conservacionista que crítico sistémico. Del mismo modo, Bou se esfuerza asegurarse de que la belleza de las formaciones abstractas que representa en la fotografía permitan una lectura abierta. En otras palabras: solo algunas de las líneas dibujadas por los pájaros con sus figuras de vuelo, así como la maraña de líneas de bandadas enteras de pájaros, revelan a sus creadores. Así ocurre con los jilgueros que aparecen en el cuadro entre los remolinos de líneas ocres, convirtiéndose en la obra fotográfica menos apreciada del artista precisamente por su clara legibilidad. Xavi Bou se ve a sí mismo como un «comisario» que rastrea la coreografía de los pájaros y la hace visible. Muy raramente permanecen visibles los paisajes o las formaciones de nubes en el cielo, y cuando lo hacen, suele ser en la parte inferior de las imágenes monocromáticas, donde difícilmente pueden contribuir a descifrar el tema de la imagen real sin conocimientos previos relevantes.

La asombrosa geometría, precisión y complejidad de las figuras del vuelo de los pájaros han ocupado al artista de 43 años durante unos diez años, y muchos de los socios de cooperación para su trabajo artístico son reclutados del mundo de las aves, o más bien rastreados. Gorriones, golondrinas, vencejos, gaviotas, estorninos, pero también flamencos o águilas así como otras aves rapaces… No solo las encuentra en la naturaleza –a menudo en lugares cercanos o incluso en otros como Gibraltar o Islandia– sino sorprendentemente también en Gracia, barrio en el corazón de Barcelona.

Este corto ha surgido a partir de la residencia artística de Xavi Bou con la universidad UCLouvain de Bélgica dentro del proyecto Reveal Flight.

En sus vídeos, el artista registra el desarrollo colectivo de líneas de vuelo de pájaros y de migraciones enteras de pájaros y luego subyace a las secuencias con sonido original o música compuesta por un amigo del artista. En el futuro, Bou planea expandir su práctica de archivo con una nueva serie de fotografías, a través de abstracciones escultóricas, utilizando imágenes de insectos en movimiento y luego manipulándolas digitalmente para que aparezcan tanto en tres dimensiones como en el color natural de los animales.

Galeria SENDA en Art Brussels 2024

Para la 40ª edición de Art Brussels, hemos sido seleccionados para la sección “REDISCOVERY” por el Comité de Art Brussels compuesto por galeristas belgas e internacionales. En esta ocasión, recuperamos al inclasificable Zush/Evru, al que dedicamos la exposición “Volver a ser” (2020) tras ocho años de ausencia por parte del artista. La sección “REDISCOVERY” está dedicada a artistas subestimados, infravalorados u olvidados del siglo XX, vivos o fallecidos. Su objetivo es explorar y destacar prácticas sorprendentes, desconocidas y originales que aún no han entrado en la corriente principal de la historia del arte. 

La condición humana a través de los sueños vista por tres generaciones de artistas

Es un placer participar de nuevo en Art Brussels, ya que presenta un programa sólido e internacional y una mezcla única de artistas consagrados y talentos emergentes que se alinean con nuestra visión. Además de la sección “REDISCOVERY”, las galerías se han dividido en tres secciones más: PRIME, DISCOVERY, INVITED y la subsección SOLO de la feria. 

Además de contar con una sección especial para volver a poner el foco en la obra de Zush/Evru, sumamos a Sandra Vásquez de la Horra y Gonzalo Guzmán, creando así un diálogo entre tres artistas de tres generaciones diferentes que abordan realidades de la condición humana no evidentes. Visiones personalísimas del subconsciente. Sus propias experiencias les sirve como motor para crear mundos oníricos únicos y personales que abren espacios de reflexión.

Zush/Evru

El personal universo estético del barcelonés que, bajo diversos nombres – Albert Porta, Zush y ahora Evru – ha protagonizado desde los años sesenta un itinerario que nos adentra por los más renovadores soportes expresivos. Su fluida obra hunde sus raíces en su aún más fluida persona, que ha dado origen al Estado Mental Evrugo, un mundo imaginario autosuficiente en el que reside a menudo para reflexionar sobre conceptos como la identidad, la alteridad y el estado del ser. Sus obras de arte actúan como mediadores tangibles entre el público y los sueños, emociones, criaturas y seres que residen en su mundo onírico. Su obra difumina los planos del sueño y la realidad con una expresión cercana al surrealismo.

Cuadro de una figura haciendo una postura de yoga

Zush/Evru. Admukarud (2008)

82,8 x 174,2 cm

Sandra Vásquez de la Horra

Como complemento a Zush/Evru, Sandra Vásquez de la Horra (Viña del Mar, Chile, 1967) procede a trabajar en el plano de su imaginación. Sus característicos dibujos bañados en cera, que se pudieron ver en la exposición “Meridianos” (2018) y “Aura” (2022), evocan un estado onírico de emoción y fantasía, donde su expresión interna trata temas subversivos de religión, sexo, mitología, muerte y experiencias personales. 

Tanto Vásquez de la Horra como Zush comparten un interés por lo onírico y lo surrealista, pero abordan estos temas desde perspectivas distintas. Mientras que Vásquez de la Horra se centra en la exploración de los aspectos más profundos del inconsciente humano y en la deconstrucción de tabúes culturales, Zush se sumerge en la creación de sus propios mundos alternativos. Sin embargo, ambos artistas comparten una habilidad innata para capturar la esencia de lo irreal y lo fantástico en sus obras, invitando al espectador a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y la imaginación. Al igual que Zush/Evru, la obra de Vásquez de la Horra hunde sus raíces en el deseo de encarnar y comprender el intangible estado interior.

Persona observando una exposición de dibujos colgados en una pared blanca

Sandra Vásquez de la Horra. Vista de exposición «Aura»

Dibujos bañados en cera

Gonzalo Guzmán

Por último, para enlazar el diálogo, contrastamos la obra de estos artistas consagrados con una de nuestras últimas incorporaciones a la galería y que exhibimos durante Art Nou 2023 con la exposición “Colisión”. 

Formado como diseñador industrial, Gonzalo Guzmán (Madrid, 1991) empezó a dedicarse a la escultura a raíz de la pandemia. Durante esa época de caos e incertidumbre, experimentó “sueños lúcidos” en los que era consciente de estar viviendo el propio sueño y podía controlar el desarrollo del mismo. En estos se le aparecían reiteradamente figuras similares a dólmenes que le sirvieron como inspiración. La plasmación de estas formas en esculturas se trata de un modo de investigación para trasladarlas a la realidad. Es decir, el hecho de materializarlas posibilita que Guzmán interactúe con ellas en el plano real y al mismo tiempo puedan hacerlo otras personas. 

Para entrelazar la obra de Gonzalo Guzmán con la de Zush/Evru, podemos destacar cómo ambos artistas exploran la intersección entre el mundo tangible y el mundo de los sueños. Ambos desafían la percepción convencional de la realidad y nos llevan a reflexionar sobre los límites de la imaginación y la materialización artística. Mientras Zush/Evru nos muestra los paisajes de nuestros sueños, Guzmán nos ofrece la oportunidad de tocar esas formas efímeras y llevarlas al mundo físico.

Gonzalo Guzmán. Dolmen_04 (2022)

190 x 270 x 100 cm

¡Nos vemos en Art Brussels!

Por todo ello, nos complace anunciar nuestra vigésima primera participación en la 40ª edición de Art Brussels. Esta prestigiosa feria es una de las más reconocidas de Europa y un evento marcado en nuestro calendario. Con una amplia variedad de propuestas, representa la riqueza cultural y artística de la escena europea que atrae a un gran número de coleccionistas, comisarios, galerías, profesionales del arte de todo el mundo. Este año, la feria tendrá lugar en el Brussels Expo, en los Halls 5 y 6, y nos podrás encontrar en el stand 5A-22.

«Exploding Cell» de Peter Halley, pionero del arte digital

Para esta última edición de ARCO Madrid, nos ha hecho especial ilusión presentar al artista de la galería Peter Halley como invitado especial en nuestro espacio Artist Project, con una muestra individual que conecta sus etapas pasadas con su obra más reciente. En esta exposición, los visitantes de ARCO pudieron analizar en detalle la pieza más emblemática del artista y de la que hablaremos en profundidad en este blog: «Exploding Cell» (1983).

Los primeros pasos hacia el arte digital

En primer lugar, es primordial saber que «Exploding Cell» es el único trabajo con imagen en movimiento del artista. De hecho, la destreza de Halley para crear esta obra de animación lo ha convertido en un pionero del arte digital en una época en la cual era impensable considerar otro tipo de arte que no fuera manual. Recordemos que los primeros ordenadores, tal y como los conocemos hoy en día, nacen en los años 80. Por lo tanto, Halley demuestra con su ingenio y su propuesta artística revolucionaria para aquella década, caracterizada por ser prematura en el campo tecnológico; que los horizontes del arte son inescrutables.

Imagen de una televisión y un cuadro en una exposición de arte

«Exploding Cell» en el espacio Artist Project de ARCO Madrid

¿Qué representa «Exploding Cell»?

«Exploding Cell» muestra, en una animación de dos minutos, un horizonte de celdas alineadas de izquierda a derecha. Debajo de estas aparece un conducto negro iluminado por un gas resplandeciente que se escapa por una chimenea antes de que la celda se tiña de rojo y explote, dejando una cantidad considerable de cenizas que parpadean con efecto estroboscópico. Siendo conscientes del contexto social del momento, esta obra se ha consagrado como una alegoría a la amenaza de destrucción nuclear provocada por el mayor conflicto geopolítico de aquella época: la Guerra Fría.

La idea tenía algo que ver con la política de la Guerra Fría y la amenaza de destrucción nuclear. En un principio, la explosión de la célula tenía que ver con el fin de la civilización. Pero la narrativa de la celda explosiva se convirtió rápidamente en parte de mi trabajo. Con el paso del tiempo, la narración fue perdiendo importancia para mí y, finalmente, empecé a centrarme únicamente en el icono de la explosión. Cuanto más pienso en ello, más me convenzo de que la explosión es también una imagen central de nuestra cultura. Se remonta a cien años atrás, al comienzo de la guerra y el terrorismo moderno. He utilizado la imagen de la explosión una y otra vez en mis impresiones digitales murales, en contraste con las celdas y prisiones que aparecen en mis cuadros”.

Peter Halley

Teniendo en cuenta la historia detrás de esta animación, las celdas que se observan en «Exploding Cell», tal y como explica el artista, representan el encierro, pero también aluden al orden, un orden clásico que no cambia. Por otro lado, la explosión que da nombre al título de la obra es sinónimo de cambio y hace referencia a una transformación entre un estado armonioso y otro alterado. Esta yuxtaposición de conceptos presenta dos actitudes opuestas, enfrentándose para vencer. La dicotomía entre el orden y el cambio es el contraste que Peter Halley quería reflejar en esta obra de arte digital con tal de mostrar de una forma más simple los horrores que una guerra estratégica como la Guerra Fría sumió tanto a oriente como a occidente.

Una obra premiada

Tanto es el prestigio de esta obra que durante esta edición de ARCO Madrid, «Exploding Cell» ha sido reconocido con el ARCO/Beep Award de arte electrónico. Este premio tiene como objetivo promover la investigación, la producción y la exhibición de arte vinculado a las nuevas tecnologías digitales o al arte electrónico como tal. El galardón ARCO/Beep ya ha generado una colección de más de 120 obras de 86 artistas diferentes, convirtiéndose en una iniciativa que es referente internacional.

Imagen de unas manos colocando un cartel blanco sobre una pared naranja

XIX Premio ARCO/Beep de Arte electrónico

Si quieres saber más sobre «Exploding Cell» puedes descargarte a continuación el dosier sobre la obra o puedes ponerte en contacto con nosotros y pedir más información sobre esta.