Galeria SENDA en By Invitation 2024

Un año más, SENDA se complace anunciaros que volvemos a vernos en By Invitation 2024, una exposición de arte moderno y contemporáneo que, por quinto año consecutivo, se celebra en el Círculo Ecuestre de Barcelona

Con la intención de fomentar el diálogo entre las diferentes corrientes artísticas, By Invitation 2024 contará con galerías invitadas y con proyectos seleccionados, abarcando tanto el mercado secundario, como el mercado primario de artistas consagrados y emergentes del panorama nacional. La muestra estará formada, en su mayoría, por galerías barcelonesas, aunque también contará con la presencia de galerías de otras partes de España, como Madrid, Valencia o Gijón.

En esta edición, SENDA cuenta con un espacio propio para presentar su propuesta galerística: la Sala Japonesa. La imponente sala acogerá los trabajos de artistas muy variados, que reflejan la versatilidad de la galeria. Desde las litografías en tinta china de Gao Xingjian, hasta las esculturas oníricas de Gonzalo Guzmán, las imponentes pinturas acrílicas de Yago Hortal, las coloridas creaciones en madera de Mina Hamada, las fotografías en blanco y negro de Robert Mapplethorpe, o las composiciones de técnica mixta del internacionalmente reconocido Jaume Plensa

En especial, queremos haceros saber que la sala será cómplice de un homenaje al afamado pintor Joan Miró con motivo de su año de celebración. La pieza presentada será una acuarela, “Aquarelle sur papier”, de la serie japonesa del artista. Una obra perfecta para ser expuesta en una sala llena de influencias orientales.

Si no quieres perderte la oportunidad de formar parte de esta exhibición, pide tu acreditación en el link de abajo. Nos vemos del 7 al 10 de noviembre en el Círculo Ecuestre de Barcelona.

Moda y arte en la ciudad condal

La llegada del otoño a Barcelona siempre trae consigo un aire de vanguardia, creatividad y tendencia. Como cada año por estas fechas, la ciudad se prepara para vivir uno de los eventos más esperados en el ámbito de la moda: la 080 Barcelona Fashion Week, que se celebrará del 14 al 17 de octubre. La semana de la moda catalana no solo destaca por ser una plataforma clave para diseñadores emergentes y consagrados, sino también por su capacidad de conectar la moda con otras disciplinas artísticas.

Este evento coincide con dos exposiciones que nos invitan a explorar el mundo de la moda desde dos perspectivas únicas. 

«Cariàtides» de Gino Rubert en galeria SENDA: El arte de la indumentaria

La primera parada artística relacionada con la 080 Fashion Week es la exposición «Cariàtides» del pintor Gino Rubert, expuesta en la galeria SENDA. Rubert es conocido por su capacidad de explorar las emociones humanas a través de figuras que rozan lo surrealista. En esta ocasión, su enfoque pone especial atención en un aspecto fundamental del universo de la moda: la construcción de las prendas.

En «Cariàtides«, Rubert juega con texturas, pliegues, alfileres sobre el lienzo e, incluso, piezas de joyería, creando una conexión simbólica con el proceso artesanal de confeccionar ropa. A través de sus obras, se percibe cómo el pintor utiliza la tela como un material moldeable, donde cada pliegue y cada costura se vuelven elementos cruciales para la construcción de la figura femenina. Este acto de construir prendas en el lienzo refleja el minucioso trabajo de los diseñadores de moda y su atención al detalle en la creación de piezas que son tanto artísticas como funcionales.

Así como un modista crea prendas que visten cuerpos, Rubert viste sus figuras femeninas de “Cariàtides” a través de su pincel, utilizando los materiales como metáfora de la conexión entre el arte pictórico y el arte del vestir.

«Into the river» (2024). 54 x 41 cm

«La Tempesta» (2024). 73 x 65 cm. Detalle

«Dos + Uno. 1984/2024» de José Manuel Ferrater en LAB 36: El tiempo y la moda a través de la fotografía

En LAB 36, otra exposición complementa el espíritu de la 080 Barcelona Fashion Week, pero desde una perspectiva fotográfica. José Manuel Ferrater, afamado fotógrafo de moda, presenta «Dos + Uno. 1984/2024», una retrospectiva que ofrece un fascinante diálogo visual entre diferentes épocas de su carrera.

La muestra consiste en una contraposición de imágenes icónicas de 1984 y sus antagónicas tomadas en la actualidad, permitiendo al espectador viajar a través del tiempo y observar cómo han evolucionado tanto la moda como la fotografía misma. Ferrater, conocido por su capacidad de capturar la esencia del mundo de la moda con su lente, nos ofrece una reflexión sobre los cambios estilísticos y culturales a lo largo de los años.

A través de su obra, vemos cómo los ideales de belleza, los estilos y las tendencias han mutado con el paso de las décadas, pero también cómo algunos elementos perduran. La moda se presenta no solo como una forma de expresión personal, sino también como un reflejo de los tiempos que vivimos. La exposición es, en esencia, un diálogo entre el pasado y el presente, entre la nostalgia de las épocas doradas de la moda y la constante innovación del mundo contemporáneo.

Vista de sala. «Dos + Uno. 1984/2024»

El diálogo entre moda y arte: Un encuentro inevitable

Ambas exposiciones, en su relación con la moda, encuentran un terreno común: la noción de la moda como arte en sí misma. Rubert y Ferrater, desde sus respectivas disciplinas, exploran y celebran la moda como un medio para expresar y desafiar convenciones. Mientras que Rubert se enfoca en la construcción meticulosa de prendas como un acto artístico y escultórico, Ferrater documenta la moda en su contexto sociocultural, inmortalizando momentos y tendencias que han definido épocas.

Este diálogo entre arte y moda se vuelve aún más relevante en el contexto de la 080 Barcelona Fashion Week, un evento que tradicionalmente ha buscado desafiar las barreras entre disciplinas. En un momento en que la moda se enfrenta a una constante demanda de innovación y sostenibilidad, las exposiciones de Rubert y Ferrater nos recuerdan que la moda no es solo tendencia, sino también un arte profundamente ligado a la expresión creativa.

2024, el año del doble doctorado para JAUME PLENSA

El doctorado honoris causa es la máxima distinción que una universidad puede otorgar a una persona en reconocimiento a su sobresaliente trayectoria en el ámbito académico, científico o cultural. Jaume Plensa, uno de los artistas más influyentes de nuestro tiempo, ha tenido un 2024 repleto de reconocimientos, consolidando su estatus como una figura clave en el arte contemporáneo. Este año, el escultor catalán ha sido galardonado con dos doctorados honoris causa, otorgados por una universidad nacional y una extranjera, lo que eleva su total a cinco títulos de este rango en su carrera.

Un año repleto de éxitos

Este 2024, Plensa ha sido honrado por la University of Notre-Dame (Indiana, EUA) en abril y más recientemente, el pasado 30 de septiembre, por la Universitat de Barcelona, en un evento que homenajeó a otras destacadas figuras del mundo de la cultura como el cineasta J.A. Bayona, la artista multidisciplinar Lita Cabellut y la actriz y directora de escena Núria Espert. Estos reconocimientos no solo celebran la excelencia artística de Plensa, sino también su impacto en la sociedad a través de su compromiso con causas como la justicia social y los derechos humanos.

Son ahora cinco los doctorados que Plensa alberga en sus manos: los concedidos por la School of the Art Institute de Chicago (2005), la Universitat Autònoma de Barcelona (2018), la Universidad Internacional Méndez Pelayo (2022), la University of Notre-Dame (2024) y la Universitat de Barcelona (2024).

Su trayectoria artística

Desde sus imponentes esculturas públicas hasta sus delicadas instalaciones, Plensa ha dejado una marca profunda en el panorama artístico global. Su obra trasciende fronteras y conecta con el espectador de manera visceral, invitándonos a reflexionar sobre la condición humana, la espiritualidad y la memoria colectiva. Obras como la monumental «Crown Fountain» en el Millenium Park de Chicago o «Nomade» en Antibes (Francia) demuestran la capacidad de Plensa para transformar el espacio público en un lugar de contemplación y diálogo.

Desde aquí, nos unimos al aplauso por Jaume Plensa, cuyo arte sigue inspirando, rompiendo barreras y creando conexiones humanas a nivel global.

JAUME PLENSA presenta su instalación “Mirall” en la Llotja de Palma de Mallorca

Jaume Plensa inauguró el 19 de septiembre su nueva instalación titulada “Mirall” en la emblemática Llotja de Palma de Mallorca, un templo de la arquitectura gótica civil que sirve de telón de fondo para dos esculturas monumentales: “Invisible Laura” e “Invisible Rui Rui”. Estas dos impresionantes cabezas colgantes, hechas de finas estructuras metálicas, estarán en exposición hasta el 15 de febrero de 2025, ofreciendo una oportunidad única para los amantes del arte y la cultura de Palma.

Un diálogo silencioso

Las protagonistas de “Mirall”, “Invisible Laura” e “Invisible Rui Rui”, flotan suspendidas en el aire, como si desafiaran la gravedad. Estas esculturas se enfrentan una a la otra en un diálogo silencioso, una invitación a la introspección y la contemplación del silencio. Con los dedos sobre los labios, ambas figuras evocan la quietud en medio del bullicio del mundo moderno, creando un espacio de pausa y reflexión. La Llotja de Palma de Mallorca es un escenario ideal. Este majestuoso edificio gótico civil, un símbolo de la historia de Mallorca, potencia la serenidad de la obra, integrándose de manera casi espiritual con las formas y sombras de las esculturas.

El estilo característico de Jaume Plensa

La instalación es un reflejo del estilo característico de Plensa, conocido por crear obras que exploran temas como la comunicación, la humanidad y el silencio. Con “Mirall”, el artista ha logrado encapsular la esencia de la introspección en dos formas que invitan al espectador a un momento de pausa.

«PETER HALLEY EN ESPAÑA». Retrospectiva en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Madrid

Desde el 19 de octubre de 2024 hasta el 19 de enero de 2025, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Madrid abre sus puertas a una destacada retrospectiva de Peter Halley, en colaboración con galeria SENDA. Esta muestra monográfica, parte del programa de exposiciones de la colección de Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza, reúne pinturas del clásico contemporáneo neoyorquino, provenientes de colecciones españolas tanto públicas como privadas.

Es la primera vez desde 1992, cuando el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía dedicó una exposición a Halley, que España acoge una retrospectiva tan completa del artista. La exhibición engloba su producción desde 1985 hasta 2024, explorando todas las etapas de la carrera de Halley. La selección de obras ha sido cuidadosamente curada por Guillermo Solana, director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Madrid, y por el propio artista, quien también ha diseñado el montaje de la instalación, prometiendo una experiencia visual y conceptual única para los visitantes del museo. La exposición destaca la excepcional acogida que la obra de Halley ha disfrutado en España desde hace casi cuarenta años, presentando veinte obras de gran formato que abarcan toda su trayectoria y con las que se puede observar su evolución a lo largo del tiempo.

Además, esta exposición coincide con otra muestra dedicada a Peter Halley en galeria SENDA, con ocasión de los más de treinta años de colaboración entre el artista y la galería. Halley presentará piezas inéditas pensadas específicamente para la sede, formando un conjunto compuesto por una enorme obra mural que se contrapone a una colección de singularísimo pequeño formato. Dicha presentación tendrá lugar este mes de diciembre.

A continuación, algunas de las obras que se podrán ver en la retrospectiva del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Madrid.

Suite Olympic Centennial. Recuperando el espíritu olímpico

Los centenarios siempre son motivo de celebración. Estos son la prueba irrefutable de que la tradición y la perseverancia han vencido a cualquier adversidad que el tiempo les haya podido presentar. Y en el caso del deporte, cien años de dedicada cita cuatrianual es un hito que debe ser conmemorado de la manera más solemne posible. Por ello, en 1992, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, tuvo lugar la Suite Olympic Centennial, que rememoró el centenario de la celebración de los primeros Juegos Olímpicos modernos.

¿Cuándo empezó todo?

La historia marca el inicio de estos juegos hacia 1892, cuando el barón Pierre de Coubertin anunció en una sesión de la Union française des sports athlétiques – Unión de sociedades francesas de deportes atléticos – la celebración de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna (1896), restableciendo así este acontecimiento deportivo después de más de 1.500 años sin ser celebrados. Los juegos, símbolo de paz y de alianza universal entre los diferentes países del mundo, volvieron a reunir a atletas de todos los continentes para celebrar la gran fiesta del deporte en la cuna de esta tradición milenial: Atenas. La vuelta olímpica a Grecia rindió homenaje a los orígenes de estos juegos, convocando a una pequeña gran parte de la humanidad en la ciudad que vio nacer al deporte y a sus competiciones tal y como las concebimos hoy en día.

La Suite Olympic Centennial como símbolo de unión entre países

En 1992, cien años después de esta sesión que configuró los Juegos de la I Olimpiada, el Comité Olímpico Internacional, presidido por don Juan Antonio Samaranch, decidió homenajear este hecho de una manera única y estrechamente relacionada con las artes plásticas. Fue desde Barcelona, ciudad olímpica de aquella época, desde donde se coordinó la elaboración de una pieza artística conmemorativa del centenario conocida como la Suite Olympic Centennial. La Suite fue una colección de cincuenta obras plásticas de cincuenta artistas internacionales, representantes de las diferentes corrientes artísticas del momento. Esta selección de artistas fue gestionada por un grupo de expertos que contaba con nada más y nada menos que la presencia de uno de los fundadores de Galeria SENDA, por lo que su implicación y compromiso para con este acontecimiento nos hace especial ilusión poder compartir con vosotros.

Los artistas que dieron vida a la Suite Olympic Centennial

Muchos de los artistas que conformaron esta unión de virtuosos de las artes fueron grandes exponentes de un abanico muy amplio de corrientes. Sus aportaciones a esta obra colectiva de arte fueron cruciales para elaborar una pieza símbolo de fraternidad que trascendió en los anales de la historia del arte. A continuación, hablaremos sobre algunos de los artistas que colaboraron a construir la Suite Olympic Centennial.

Carlos Cruz Díez

El artista venezolano Carlos Cruz Díez es internacionalmente reconocido por ser el creador de la corriente pictórica del Op Art, un estilo de arte visual que hace uso de ilusiones ópticas. La visión de  Cruz Díez es clara: cuestionar la división clásica entre pintura y escultura, concibiendo así obras que confrontan ambas artes para fusionarlas en una única pieza. Por ello, el artista utiliza los relieves típicos de la escultura en sus pinturas para crear efectos ópticos que producen la impresión, a simple vista, de movimiento en los cuadros. Es, por tanto, obvio afirmar que Cruz Díez juega con las sensaciones para invitarnos a ver con el ojo humano algo intangible como es el movimiento. En sus obras pictóricas, como es ejemplo la que creó para la Suite Olympic Centennial, podemos apreciar como el artista nos invade con una experiencia cromática completa que invita al espectador a dejarse llevar por la percepción sensorial y no por la razón lógica.

Carlos Cruz Díez. Suite Olympic Centennial (1994). 100 x 70 cm. Grabado

Antoni Tàpies

El catalán Antoni Tàpies tampoco se perdió esta oportunidad de formar parte de la historia del arte participando en la elaboración de la Suite Olympic Centennial. Caracterizado entre sus más allegados por su deseo de embellecer el día a día, el estilo de Tàpies nace del surrealismo influenciado por sus más grandes exponentes como Paul Klee, Joan Miró y Joan Ponç. Sin embargo, Tàpies es mundialmente conocido por formar parte de la corriente del informalismo, un estilo fuertemente arraigado al azar, la improvisación, el uso y experimentación de los materiales y el rechazo a la construcción premeditada. Antoni Tàpies, con obras como la presentada en la Suite Olympic Centennial, muestra su abismo interior mediante la expresividad de los materiales, con sus cruces e iniciales características grabadas en el lienzo.

Antoni Tàpies. Suite Olympic Centennial (1994). 63 x 90,5 cm. Grabado

Eduardo Chillida

«Mi objetivo es definir el vacío tridimensional a través de la plenitud tridimensional» afirmaba Eduardo Chillida cuando se le preguntaba por su obra. El artista vasco, autor de obras escultóricas icónicas como “Peine del Viento”, que reviste la costa donostiarra, se atrevió para esta ocasión especial a crear un grabado que desafía su preocupación por cómo exponer el espacio vacío en obras pictóricas. Mediante su propio lenguaje artístico, Chillida muestra el vacío al público gracias a la plenitud, cargando sus creaciones con una fuerte fuerza artesanal. Influenciado por su formación escultórica y por las tradiciones del pueblo vasco, Chillida nos deslumbra con piezas que invitan al espectador a empatizar con un artista dividido entre la escultura y la pintura.

Eduardo Chillida. Suite Olympic Centennial (1994). 70 x 100 cm. Grabado

Ben Vautier

Bajo el lema «Cualquier acción que haga un artista es arte», Ben Vautier se ha consagrado como un artista que fusiona su vertiente más plástica con su vocación más poética. Camuflado en una caligrafía claramente infantil, Vautier esconde grandes y profundas declaraciones en los trazos que él escribe en sus lienzos. Autodefinido como un artista cero visceral, Vautier se considera un individuo movido por las reflexiones teóricas premeditadas. Por todo ello, para la Suite Olympic Centennial escribe sobre fondo negro «Life is competition – Ben», es decir, «La vida es una competición – Ben»; abriendo los ojos sobre una realidad de la condición humana. Los artistas que utilizan el lenguaje como medio de expresión en sus trabajos buscan despertar al espectador y eso es justamente lo que Vautier consigue con frases como la de la escrita para la Suite Olympic Centennial.

Ben Vautier. Suite Olympic Centennial (1994). 100 x 70 cm. Grabado

Peter Saul

Es imposible hablar de Peter Saul y no imaginarse una de sus coloridas creaciones. Haciendo uso de caricaturas agresivas y distorsiones exageradas, consigue sumergir al espectador en una narrativa en donde Saul se burla de un sistema sumido en el capitalismo. Peter Saul ha sido asociado durante mucho tiempo al movimiento del Pop Art, aunque el artista siempre se ha separado radicalmente de esta corriente debido a sus convicciones políticas. El estilo de Saul es claro: transformar personajes y escenarios en formas insípidas y viscerales mediante dibujos similares a los graffittis, con colores chillones escogidos deliberadamente para hacerlos sentir vulgar a los ojos del público. Para la Suite Olympic Centennial, Peter Saul escoge el verde para dar color a su obra, caricaturizando a los atletas en diferentes animales y cuerpos extraños.

Peter Saul. Suite Olympic Centennial (1994). 100 x 70 cm. Grabado

Mimmo Rotella

El artista Mimmo Rotella es capaz de capturar la realidad contemporánea desde una expresión documentada arraigada al neorrealismo. De hecho, Rotella ha sido un gran exponente del Mec Art, una corriente que parte del arte de la fotografía utilizando técnicas de transferencias de imágenes. Este estilo ha sido considerado una respuesta al contenido subjetivo y lírico del informalismo europeo, que emplea recursos mecánicos para crear obras de arte basadas en el movimiento. En su proyecto para la Suite Olympic Centennial, los aros olímpicos cobran un protagonismo notable en una amalgama de fondos granulados llenos de texturas.

Mimmo Rotella. Suite Olympic Centennial (1994). 70 x 100 cm. Grabado

El legado de cincuenta artistas

Es por ello que podemos afirmar que la Suite Olympic Centennial supuso un antes y un después en la historia de los juegos olímpicos, una celebración del éxito, un símbolo de la unidad de los pueblos. Cada obra que forma parte de este proyecto es una pequeña gran aportación a un legado que, no incumbe tan solo al deporte, sino también al arte y la humanidad.

«En la Cabeza del Artista». Exposición colectiva en LAB 36

La exposición “En la Cabeza del Artista” está pensada como una muestra de diferentes aproximaciones a la representación de la cabeza o figura humana por parte de una selección de artistas, entre los que se encuentran Robert Mapplethorpe, Jaume Plensa, Yago Hortal, Erik Parker, Stephan Balkenhol, Joan Ponç, Gonzalo Guzmán, Jordi Bernadó, Roger Ballen y Sergio Roger. 

Robert Mapplethorpe

En “En la Cabeza del Artista” encontramos dos obras de Robert Mapplethorpe, célebre fotógrafo estadounidense conocido por documentar el ambiente de la subcultura de Nueva York en los años 60 y 70. En «Statue Series» (1983), Mapplethorpe captura la esencia y la forma de estatuas con una elegancia atemporal, mientras que en «Louise Nevelson» (1986) refleja la fuerza y la personalidad distintiva de la escultora.

Jaume Plensa

En esta muestra colectiva encontramos dos obras poco usuales del reconocido escultor Jaume Plensa, Por una parte, su obra gráfica «Étude en Jaune VI» (2020) es un estudio sobre la anatomía de la cabeza. Por otra parte, ”CAP III» (1988) es una muestra del inicio de su trayectoria. En los años ochenta, su escultura era antropomorfa, con volumetrías que nos transportaban a paisajes humanos de ecos totémicos y primitivos.

Yago Hortal

La obra de Yago Hortal parte de un fuerte compromiso con la pintura y con el mismo acto de pintar. En “SP 119” (2016) se observa el característico uso de colores intensos y movimientos dinámicos de Hortal. A pesar de la marcada abstracción de la pieza, las manchas de color crean una forma que recuerda a una cara. Por otra parte, en “Z78” (2023) Hortal continúa su exploración de la abstracción con pinceladas dinámicas y fluidas, pero que difiere de la paleta vibrante habitual del pintor. 

Erik Parker

Erik Parker, conocido por su estilo que fusiona influencias del Pop Art y la subcultura psicodélica norteamericana. En «S/T (Split)» (2004), Parker utiliza la técnica mixta para crear una composición psicodélica en la que el espectador puede intuir la forma de una cabeza. 

Stephan Balkenhol

Stephan Balkenhol, un escultor conocido por reintroducir la escultura figurativa en la escena contemporánea, utiliza maderas blandas talladas para crear obras con texturas visibles y contrastes marcados. En «Head of a man» (2005), Balkenhol presenta un retrato sencillo, pero expresivo, demostrando su habilidad para trabajar la madera. Sus esculturas evocan técnicas medievales y arte popular, destacándose por su estilo distintivo y técnica meticulosa.

Joan Ponç

Joan Ponç, un pintor barcelonés influyente en la vanguardia artística de los años 40 y 50, es conocido por su simbolismo personal y su mundo habitado por seres imaginarios. En «Suite Caps» (1958-59), Ponç utiliza tinta sobre papel para crear dibujos que exploran lo mágico y lo mistérico de la realidad.

Gonzalo Guzmán

Gonzalo Guzmán, joven escultor contemporáneo, es conocido por sus esculturas de acero inoxidable que remiten a su mundo onírico. «Estela_31» (2024) es una muestra más del uso que hace Guzmán del acero para crear esculturas que juega con la forma y el espacio, generando una fuerte impresión visual.

Jordi Bernadó

En la exposición encontramos «Barcelona (BCN 878.1)c2bn» (2023) de Jordi Bernadó, fotógrafo conocido por sus imágenes que cuestionan la realidad y la representación. Esta fotografía captura a “Flora”, la escultura de gran formato de Jaume Plensa que fue instalada en Paseo de Gracia el verano del 2023 en motivo de su exposición en La Pedrera. 

Roger Ballen

Roger Ballen es conocido por sus estudios psicológicos y alegatos sociales. En «Perpetrator» (2003) y «Head Inside Shirt» (2001), Ballen utiliza el blanco y negro para capturar escenas inquietantes que exploran el subconsciente humano.

Sergio Roger

Sergio Roger se inspira en la belleza de las civilizaciones antiguas, especialmente la grecorromana. Reinterpreta y subvierte elementos icónicos del arte clásico usando fibras textiles naturales en lugar de mármol. Cada una de sus obras es única, creada con tejidos antiguos como lino y seda, cuidadosamente seleccionados en anticuarios. Con una maestría técnica en esculturas textiles, Roger explora técnicas ancestrales con una visión contemporánea, cuestionando nuestra percepción del pasado y la permanencia del arte tradicional.

«Landscape Untitled 2». Exposición colectiva en la Mezzanina

Hace 32 años, galeria SENDA abrió sus puertas y dedicó el verano a una exposición que fue clave en la historia de la galería titulada “Landscape Untitled”. En ella, invitó a Albert Oehlen, Christopher Wool y Peter Halley – artista con el que mantenemos la relación y expondremos después del verano. Cada uno de ellos disponía de una habitación y concibió su espacio como un pequeño show.

Esta exposición llevaba un fantástico texto de Luis Francisco Pérez en que nos decía:

“La práctica de la pintura, incluso aquella que se abandona a una vorágine de contemporaneidad desprovista de memoria, obedece a una voluntad de reconstrucción, a un deseo proyectado hacia la conquista de un territorio existente.”

Afrontando la llegada del verano, rememoramos el espíritu olímpico del 92 con la Copa América, que este año tiene lugar en Barcelona y nos devuelve la alegría por un proyecto deportivo que pone el foco en nuestra ciudad. Así, en SENDA retomamos la idea del paisaje, que es tan propia en la historia del arte catalán, y presentamos “Landscape Untitled 2”. En esta muestra colectiva en la Mezzanina de la galería dialogan obras de Joan Fontcuberta, Robert Wilson, Gao Xingjian, Peter Halley, Glenda León, Anna Malagrida y Gonzalo Guzmán.

Las piezas de esta muestra

Glenda León

La serie de mármoles “Contornos del mundo” de Glenda León retoma las formas empleadas en obras anteriores, como el lienzo de “Los Horizontes del Mundo” (2018) o las serigrafías “Contornos del mundo”. En estas nuevas esculturas, la artista recorta el mármol siguiendo distintas formas. Desde elementos naturales como la rama de un árbol, hasta el vuelo de una abeja, el río Ganges o el terremoto de Valdivia en Chile, las esculturas exploran la interacción entre la naturaleza y la interpretación humana de sus fenómenos. Cada pieza, cuidadosamente trabajada, muestra la destreza de León para transformar la rigidez del mármol en representaciones orgánicas y fluidas, otorgando una nueva vida a este material.

«Contornos del mundo» (2024) Diferentes tamaños, Mármol negro de Calatorao
«Contornos del mundo: El Terremoto de Valdivia, Chile» (2024) 9 x 23 x 1.5 cm, Mármol negro de Calatorao

Joan Fontcuberta

Con “Paisaje de la Seguridad: Banco de España/Caja de Seguridad” (2001), Joan Fontcuberta sumerge en una reflexión sobre la percepción, la realidad, la seguridad y la política. En esta obra forma parte de su serie “Paisajes de la seguridad” y se relaciona íntimamente con su idea de que toda naturaleza se ha convertido en artificio debido a la influencia de la cultura y los contextos económicos y políticos. 

«Banco de España/Caja de Seguridad» (2001) 120 x 180 cm

Robert Wilson

Por su parte, las obras de Robert Wilson son una serie sobre papel que revelan su proceso creativo en la concepción de la ópera «Der Messias», tal y como mostramos en la exposición de sus originales.

Vista de la exposición «Der Messias» de Robert Wilson en marzo 2024 en Galeria Senda

Esta secuencia de cuatro obras muestra una montaña como protagonista, destacando el uso distintivo de la luz en cada pieza. Wilson utiliza la luz no solo como un elemento visual, sino como un medio narrativo que transforma la percepción del paisaje en cada obra. A través de variaciones sutiles y dramáticas en la iluminación, cada obra captura un momento único, sugiriendo la evolución temporal y atmosférica de la montaña, y que se relaciona directamente con su escenografía de “Der Messiah”. 

«Der Messias» (2020) 60.5 x 80.5 x 3.5 cm cada uno – Carboncillo y papel

Gao Xingjian

Gao Xingjian, conocido tanto por su trabajo literario como por su arte visual, presenta en “Cité fantastique” (2011) una interpretación del paisaje que juega con la abstracción y la sugestión. La pintura, con sus tonos monocromáticos y trazos fluidos, evoca una sensación de misterio y contemplación.

«Cité fantastique» (2011) 130 x 162 cm – Tinta china sobre lienzo

Peter Halley

Encontramos también una singular obra sobre papel de Peter Halley. “Cell 8” utiliza el grafito y crea una textura y un tono que difieren significativamente de su uso habitual del color, pero mantiene su interés por los sistemas y las conexiones. Este dibujo muestra un estudio de espacio y confinamiento, temas recurrentes en el trabajo de Halley, donde a menudo explora la arquitectura del entorno urbano, entendiéndolo como paisaje, y la interacción entre el espacio personal y social.

«Cell 8» (1995) 12.5 x 17.7 cm – Grafito y papel

Anna Malagrida

La fotografía “Refugio 8” (2006) de Anna Malagrida forma parte de Una serie de fotografías de refugios en el desierto jordano. Estas construcciones básicas y precarias son la expresión más simple de la forma representada por la noción de refugio, techo o protección. La visión fotográfica transforma estas construcciones anónimas en esculturas del desierto. Esta serie de fotografías de refugios en el desierto jordano, que captura la esencia más simple de la protección y el refugio, dialoga con las diversas interpretaciones del paisaje presentadas en la exposición «Landscape Untitled 2», transformando estas construcciones anónimas en esculturas del desierto que resuenan con la historia y la naturaleza humana.

«Refugio 8» (2006) 32 x 40 cm – Copia Pigment Print

Gonzalo Guzmán

Finalmente, las dos esculturas de Gonzalo Guzmán nos inducen a una reflexión sobre como el arte se relaciona con su contexto. La capacidad de las esculturas para reflejar el paisaje que la acompaña pone en evidencia cómo el contexto influye en la percepción de la obra de arte. Esta interacción dinámica entre la obra y su entorno invita a los espectadores a considerar cómo el contexto modifica nuestra experiencia y comprensión del arte y el mundo. 

Estela_23″ (2024) 120 x 32 x 24 cm – Acero Inoxidable

Así, “Landscape Untitled 2” es un recorrido por diferentes interpretaciones del paisaje, desde lo tangible y físico hasta lo imaginario y sensorial. 

GONZALO GUZMÁN. Dolmen_04 y sus viajes oníricos

Un onironauta que hace tangible sus sueños. En pocas palabras, así podríamos definir a Gonzalo Guzmán, el artista madrileño que basa su trabajo escultórico en el estudio onírico de sus sueños. Guzmán se formó como diseñador industrial y, desde la pandemia, dedica su tiempo al arte de la escultura. Durante aquella época de aislamiento social, Gonzalo Guzmán empezó a experimentar sueños lúcidos, un estado de desvinculación momentánea entre el cuerpo y la mente en el que el sujeto es consciente de que está viviendo un sueño y puede, por ende, controlarlo. Y, desde ese momento, su proyecto artístico ha ido creciendo y explorando nuevos horizontes.

Los sueños, su objeto de estudio

Es cuando cierra los ojos y sueña que Guzmán encuentra el sentido y la inspiración de sus obras. En sus sueños, el artista interactúa con unas estructuras megalíticas metálicas que le generan una sensación de paz muy profunda. Menhires y dólmenes que, aunque parezcan cuerpos abstractos, son piezas figurativas porque copian aquello que el artista ve en sus sueños. Guzmán escoge el acero inoxidable porque busca emular el material metalizado con el que interactúa en sus viajes oníricos. Además, por practicidad, este tipo de metal es resistente al exterior, algo primordial para ser fiel con lo soñado previamente. El acero inoxidable es el material idóneo para sus estructuras, ya que le ofrece las propiedades técnicas y visuales necesarias para construir sus piezas.

El ritual onírico de Guzmán

Gonzalo Guzmán, en una entrevista para la revista Metal, nos explica el proceso mental que lleva a cabo para conectar con sus sueños. Este habla del estado “duermevela”, un estado de desconexión en donde el cuerpo permanece dormido, pero la mente se mantiene despierta. Al anularse los movimientos y las sensaciones corporales, estos se intensifican en la cabeza y es entonces cuando empieza la aventura onírica. El truco, según Guzmán, es tener un objetivo claro a la hora de soñar. «[…] es más fácil experimentar estos sueños si tienes un objetivo, si durante el día estás motivado pensando en tener un sueño lúcido y te propones algo que te gustaría cumplir dentro del sueño

En el caso de Gonzalo Guzmán, su meta a la hora de soñar es comprender mejor el significado de estas estructuras que ve en sus sueños y volver a interactuar con ellas. Su ritual empieza a las cuatro de la madrugada al toque de su alarma. El artista se medio desvela y hace una serie de ejercicios en ese estado adormecido que hacen que le sea más fácil empezar a experimentar un sueño lúcido cuando se vuelve a dormir.

Exposiciones y participaciones

Gonzalo Guzmán ha exhibido sus piezas en diferentes lugares del mundo como Alemania, Suiza, Italia o Reino Unido, entre muchos otros sitios. Su muestra individual más actual es la exposición “Colisión” (2023) en Galeria SENDA, enmarcada dentro del festival Art Nou, un festival de arte emergente de Barcelona y Hospitalet que ofrece la posibilidad a jóvenes creadoras nacionales e internacionales de establecer sus primeras relaciones profesionales en el mercado del arte, las galerías, los espacios autogestionados y las instituciones dedicadas al arte emergente. La pieza central de la exposición y la que mayores miradas atrajo fue una instalación compuesta por la representación de una estalactita de tres metros de acero inoxidable que se suspendió desde el techo de la galería sobre una superficie reflectante. El reflejo de la estalactita en la superficie generó la ilusión óptica de que también existía una segunda estalactita a punto de tocarse con la suspendida. La fuerza de la composición reside en la cercanía de una colisión imposible y, de ahí, el nombre de la exposición.

En el contexto de las ferias de arte, Guzmán ha participado en un par en lo que llevamos de año. En primer lugar, sus obras oníricas hicieron una visita a ARCO Madrid junto con otros artistas de la galería en un escenario artístico líder en el sector. Además, recientemente, sus piezas también estuvieron expuestas en el stand de SENDA en la feria Art Brussels.

Dolmen_04 y su vínculo con la Reunión del Círculo de Economía

Con motivo de la 39ª Reunión del Círculo de Economía de este año, enmarcada bajo el nombre “El mundo a prueba. Estrategias para impulsar la productividad y el bienestar en tiempos de cambio”, la obra Dolmen_04 de Gonzalo Guzmán tendrá un lugar especial en el Palacio de Congresos de Cataluña.

Y es que esta estructura comparte un vínculo estrecho con la temática de los simposios de esta reunión. Muchas veces, nos hace falta volver a los orígenes para comprobar hasta dónde hemos llegado. Raimon escribió que quien pierde los orígenes pierde la identidad. Quizás, lo que quería decir en este verso es que, quien ha abandonado su historia, no es capaz de entender su presente en toda su grandeza ni podrá afrontar los retos de futuro con toda su complejidad.

Dolmen_04 nos lleva desde los orígenes de la humanidad al presente más rabioso en fracciones de segundo. En un abrir y cerrar de ojos. El dolmen es un objeto cuántico, que parece estar en dos espacios diferentes a la vez: plantado físicamente en este espacio de reunión y, con su reflejo infinito, en nuestra visión más profunda de nosotros mismos. Y es cuántico también porque ocupa dos lugares diferentes en el espacio/tiempo. El arte desafía, tanto o más que la física, nuestra percepción del universo y es capaz de que percibamos un objeto, como este Dolmen_04, en dos momentos muy diferentes de la historia de la humanidad.

Una muestra de estas primeras y rudimentarias construcciones arquitectónicas que el hombre levantó la vemos hoy aquí transformada en objeto actual, sin que haya perdido su simbolismo prehistórico. La encontramos aquí, en un lugar de reflexión de los humanos más mundanos sobre el presente y el futuro, y su visión nos interpela y nos anuncia de donde venimos, no fuera caso que al tener los pies en el suelo perdamos nuestros orígenes y olvidemos que la humanidad, desde sus principios, siempre ha querido elevarse por encima de la realidad más mundana, y encontrar, allá donde fuera, un sentido espiritual en los instantes rutinarios que vivimos cada día.

Por eso, este dolmen del siglo XXI nos transporta a nuestros ancestros y quiere recordarnos a todos los que están aquí reunidos que afuera, no tan lejos de aquí, hay otro mundo. Un mundo creado, entre otros, por centenares de millones de años de artistas, escritores, escultores, músicos, etc., y también por gente normal, el ciudadano común que cada día va al trabajo y que, de alguna manera, tiene que ser presente en nuestras discusiones. Porque, en el fondo, todos nosotros tenemos que trabajar por el hombre común, por el género humano en toda su amplitud. Este dolmen nos transporta a la historia milenaria del género humano, de la gente corriente.

Un dolmen ha aterrizado en estas jornadas como la pieza de un artista que resume este viaje desde la antigüedad a la modernidad en décimas de segundo y nos recuerda que este viaje no habría sido posible sin la gente de la calle, sin el que trabaja y produce, que, en definitiva, siempre ha de ser el actor principal del progreso humano. Tengámoslo aquí cerca, veámoslo, y no olvidemos nunca por qué está. Su trabajo, su producción y su creatividad es nuestro futuro.

Una pequeña muestra de sus sueños

A continuación, una pequeña selección de obras de Gonzalo Guzmán que evocan a esos sueños inducidos que el artista crea desde cero en su mente.