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El artista homenajea a las víctimas de la guerra en su nueva exposición en la localidad francesa de Céret
“Cada vez que un ser humano muere,/la casa se cierra y se pierde un lugar./Mi obra es su memoria; la fijación congelada/de tantos y tantos cuerpos que están desarrollándose/ y desapareciendo en la fugacidad de la vida./ Mi obra es su volumen”. Jaume Plensa escribió este poema en el año 2000 y sus versos, de los que ha extraído el título de su nueva exposición, “Cada rostro es un lugar”, resuenan con un eco doloroso en cada una de las esculturas y dibujos reunidos en el Museo de Arte Moderno de Céret (Francia).
“En Ucrania hay mucha gente que está muriendo, muchas casas destruidas, muchos lugares a los que ya no se podrá volver… ¿Cómo puede ayudar el arte en situaciones tan trágicas como esta? Creo que estos rostros son un homenaje a todos los rostros que estamos viendo en la prensa, esas fotografías dramáticas de mujeres y niños que se van al exilio, y de hombres que han decidido quedarse a defender su patria, su país y su pequeño lugar, su casa, su trabajo. Nos parecemos tanto que me parece escandaloso que nos llamemos de maneras diferentes o que utilicemos distintas banderas: los seres humanos somos prácticamente idénticos”.
Una visitante pasea entre las esculturas ‘Julia‘ y ‘Lou‘ | Agencia EFE
“Cada rostro es un lugar” (hasta el 6 de junio) es la segunda exposición de Jaume Plensa en Céret después de su exitosa presentación en 2015. Esta vez ha vuelto para inaugurar la nueva etapa del Museo de la Catalunya Nord, que reabre puertas después de más de dos años de obras con su colección ampliada y un nuevo pabellón de 1.300 metros diseñado por el prestigioso arquitecto Pierre-Louis Faloci. Allí, en esa nueva ala “que se cuela como si fuera un pequeño río entre las casas de Céret”, Plensa ha puesto a conversar una docena de esculturas y veinte dibujos cuyo protagonista absoluto es el retrato. “El rostro – recuerda – es la parte de nuestro cuerpo que no podemos ver, el gran regalo que hacemos a los demás; la fotografía del alma, la puerta que abrimos a los otros”.
“Los seres humanos nos parecemos tanto que es un escándalo que utilicemos banderas diferentes”
Plensa ha querido abrir su recorrido con otra de sus obsesiones, el silencio, al que invita a través de Carlota, la misma niña que desde sus 24 metros de altura inspira al sosiego en una antigua dársena de Newport (Nueva Jersey), justo en frente de Manhattan. La que ahora recibe al visitante es mucho más pequeña y está construida con mármol de Macael, pero la actitud es la misma, el dedo índice sobre los labios. “Invito al silencio, no para no hablar, sino para todo lo contrario. Para poder escuchar y entender mejor nuestros pensamientos, la vibración de nuestro cuerpo y de nuestras ideas”. También tiene los ojos cerrados. “Me gusta pensar que el espectador puede utilizar la escultura como un espejo, que él mismo cierre los ojos e intente mirar este paisaje interior maravilloso que mantenemos oculto por razones de educación o de cultura, porque siempre creemos que hay otras cosas más importantes de las que hablar que de uno mismo, y a mí me parece que así nos perdemos una información valiosa de tanta y tanta gente”.
Imagen de la exposición ‘Cada rostro es un lugar‘ por David Borrat | Agencia EFE
El fantasma de la guerra se vuelve a cruzar en el camino. “Es una guerra estúpida”, lamenta Plensa. “Tengo muchos amigos en Ucrania y también en Rusia, he expuesto en Kiev y he expuesto en Moscú, y lo que está pasando es un malentendido absoluto. Espero que se acabe pronto y volvamos a una civilidad, como decía Vicent Andrés Estellés”. El artista se acuerda también de Oscar Wilde, que decía que “cuando empiezas a vivir tienes muchas ganas de escribir porque lo que buscas es entender la vida, y cuanto más has vivido escribes menos porque te das cuenta de que la vida es para ser vivida, no para ser escrita”. Eso mismo le pasa a él. Pero, sobre todo, le viene a la cabeza una carta que el poeta escribió desde la cárcel de Reading, donde describía los problemas más graves a los que se enfrentaban en prisión: la enfermedad, el hambre y el insomnio. “Es lo que debe estar pasando en Ucrania”, imagina.
El artista barcelonés Jaume Plensa durante la presentación a la prensa por David Borrat | Agencia EFE
El artista se adentra en el rostro de los otros a partir de un primer autorretrato, él mismo sentado dentro de una gran esfera hecha con letras de diferentes alfabetos que le protege y al mismo tiempo le une al mundo. “La escultura es como un lenguaje metido en una botella”, reflexiona. Y el mensaje es importantísimo, pero la botella es clave. “Y aquí lo que hay son muchas botellas con un mensaje muy parecido”. Un arte que declina la misma idea en diferentes contenedores. Rostros en acero inoxidable fundido, en bronce sobre madera que fue capturada cuando aún estaba vivo, sobre troncos quemados que les dan un aire casi sagrado o alcanzando casi la invisibilidad en mallas transparentes, como la que presentó en el Palacio de Cristal de Madrid. “Materia e invisibilidad parecen términos contradictorios, pero hay un momento clave en Macbeth que creo que es una gran definición de escultura. Macbeth acaba de matar al rey y se da cuenta de que no ha matado a un ser, a un hombre, sino que ha matado la posibilidad de dormir. Y esa idea tan extraordinaria de que a través de la materia puedes hablar de lo invisible, de lo intocable, de lo que no podemos entender, es mi escultura”.
“El rostro es la parte de nuestro cuerpo que no podemos ver, el gran regalo que hacemos a los demás”
Luego llegarán los espectadores, que irán completando la exposición con sus propios rostros y se sumarán a los que se asoman desde las paredes en forma de dibujo. Algunos, los más recientes, realizados sobre las sábanas que salvaguardaban las esculturas del polvo en el estudio y que mediante la técnica del frotage, con pastel y carboncillo, absorben sus huellas como si fuera un sudario. No será la única exposición en la que este año pondrá en relación esculturas y dibujos. En mayo expondrá en la Galería Lelong de París y, en junio, en el Parque de Esculturas de Yorkshire (Inglaterra) y en el Museo Picasso de Antibes (Francia).
Fuente: La Vanguardia. Sábado, 5 de marzo 2022
https://www.lavanguardia.com/cultura/20220305/8101511/plensa-rostros-ucrania.html