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El cambio de concepción del tiempo experimentado durante los meses de confinamiento ha dado lugar a la reflexión de Carla Cascales Aliumbau alrededor de una constante prisa autoimpuesta en nuestra sociedad. 

La artista recrea una sensación de tiempo detenido, donde la ausencia de color hacer que todas las piezas se fundan entre sí y tome importancia aquello que sin detenimiento pasa desapercibido, como las texturas, las sombras, las grietas y los sutiles movimientos.

Sumergirse bajo el agua es uno de esos momentos donde el tiempo se ralentiza, donde no queda espacio para la prisa. El conjunto de esculturas móviles, “Posidonias”, es un homenaje a esa burbuja de silencia, al movimiento dúctil de las algas, piezas mecidas por su propia inercia, sin ejercer resistencia, ya que para el artista el tiempo detenido no es la ausencia de movimiento sino la calma. Todas las piezas tienen en común la fluidez estática, como si al parpadear o al retirar la mirada fueran a continuar moviéndose. 

En la muestra también se refleja el paso del tiempo, la importancia de las raíces y la degradación como símbolo de belleza. En un año en que los viajes distantes gan quedaron cancelados, Carla decidió conocer el pequeño pueblo de Andalucía donde nacieron sus abuelos antes de emigrar a Barcelona. Allí otra vez volvió a sentir ese tiempo retenido, sin ruido, sin distracciones, caminando por los campos de almendros que hace años plantó su bisabuelo y que hoy siguen allí. 

Como homenaje a estas raíces, la mayoría de obras se titulan según fragmentos de Bodas de Sangre, de García Lorca. Que sea una tragedia no es azar: esta se describe como una fusión de dolor y alegría, lo que, según la artista, no se aleja de cómo a veces puede sentirse la vida. 

Carla quedó fascinada por la conexión entre las construcciones de los pequeños pueblos pesqueros mediterráneos que ha visto desde niña y los del campo andaluz, las texturas de las casas encaladas, blancas e irregulares que se adaptan a la perfección a su entorno y que ha querido plasmar en sus esculturas cerámicas. 

Sin esa calma del tiempo presente, sin detenimiento, es fácil perderse en un amasijo de pensamientos. Esta muestra es un homenaje al tiempo dedicado a conocer la propia autenticidad. 

La ambientación sonora que acompaña la exposición ha sido compuesta por Marta Cascales Alimbau.

Carla Cascales Aliumbau es una artista que vive y trabaja en Barcelona. Su obra persigue la belleza de la imperfección y la profundidad de lo natural en una búsqueda continua de la autenticidad.