Opening:14 Dic, 2017
Professional visitors:14 Dic, 2017
Opening to public:14 Dic, 2017
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La historia de los descubrimientos se entiende a través de la casualidad y de la serendipia. En este caso nos ocupa la historia de los caminos cruzados entre dos personas que crean obras desde puntos de vista contrapuestos. La exposición nos invita a una reflexión respecto hasta qué punto tenemos control de nuestras vidas y carreras profesionales o de los juegos que nos depara el destino.
En última instancia, una vida no es más que la suma de hechos contingentes, una crónica de intersecciones casuales, de azares, de sucesos fortuitos que no revelan nada más que su falta de propósito.
Trilogia de Nueva York, Paul Auster
El origen de la cadena de casualidades parte de un proyecto artístico de galería SENDA que analiza los tránsitos de la Rambla, principal arteria turística de Barcelona, a través de la mirada de dos reconocidos fotógrafos como Massimo Vitali y Jordi Bernadó. Vitali enfoca su trabajo en los espacios de ocio y se encarga de fotografiar el espacio publico y Bernadó nos descubre los interiores de sus edificios. Después de más de un año de trabajo, finalmente la exposición se decide ubicar en el Arts Santa Mònica de Barcelona por el ofrecimiento de la institución.
En el periodo de búsqueda de lugares extravagantes, Jordi Bernadó se sumergió en los submundos de la Rambla y encontró en el Portal de la Pau el estudio de Quimet Sabaté. Se trata de un taller de pintor singular, rocambolesco y abierto a al público. En ese primer encuentro, Jordi Bernadó fotografió su espacio e incluyó las vistas en la exposición del Arts Santa Mònica.
Y entonces, en agradecimiento a su hospitalidad, Jordi obsequio a Quimet Sabaté con un lote de sus libros de fotografía. En ese momento y sin saberlo estaba activando un camino de ida y vuelta. Quimet Sabaté decide arrancar las páginas de sus libros y utilizarlas como soporte para pintar encima elementos de connotaciones surrealistas y recrear nuevas composiciones a partir de las fotografías originales de Bernadó. Estas estampas intervenidas eran vendidas a los turistas como souvenir por un módico precio.
No es hasta más tarde que Bernadó descubre que sus fotografias han sido reutilizadas y decide exponer sus fotografías y añadir las paginas arrancadas con pinturas de Sabaté a la exposición de Jordi Bernadó en el MACUF de la Coruña “Fragmentos para una cronotopografía del simulacro” (2011).
Hace unos meses, Bernadó decide tomar nuevas vistas del estudio del Sabaté con una gran acumulación de sus fotografías intervenidas por el pintor. En la presente exposición, nos encontramos ante el resultado de esta relación y de este camino ramificado a través de las fotografías de Bernadó y las apropiaciones de Sabaté. El trabajo de Bernadó de estos últimos años se ha caracterizado por la creación de la duda si las imágenes que presenta son una plasmación de lo que estamos viendo o si se trata sólo de un simulacro. Quimet utiliza las fotos de Bernadó añadiendo imágenes eróticas y estereotípicas del surrealismo que generan una visión humorística sin una pretensión intelectual ulterior. De esta manera, nos encontramos ante imágenes donde la ambigüedad, la paradoja y la distorsión de Bernadó se combinan con las ficciones superpuestas por Sabaté y dan como resultado un juego de espejos que ahonda en el concepto de representación como simulacro.